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Igualdad de género en el trabajo: Qué es, por qué es tan importante promoverla y ejemplos

Aunque cada día se avanza más en alcanzar la igualdad de género en el trabajo, todavía sigue siendo necesario aplicar leyes e iniciativas que ayuden en la consecución de este objetivo (en etapas muy diferentes según la región del mundo en la que nos encontremos).

En este artículo explicaremos qué se entiende por igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, su importancia para las organizaciones privadas y públicas y para la sociedad, y cómo promover la igualdad de género en el ámbito laboral.

¿Qué es la igualdad de género en el trabajo?

La igualdad de género en el trabajo es el objetivo que diferentes organismos internacionales y nacionales quieren alcanzar en los próximos años; se trata de conseguir la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, teniendo en cuenta las necesidades y el punto de partida de cada uno, porque las mujeres (como otros colectivos) parten de una posición de desventaja frente a los hombres y, aunque se han hecho progresos en los últimos años, todavía estamos lejos de alcanzar la igualdad en el trabajo o, mejor dicho, la equidad de género en el ámbito laboral.

La menor presencia de mujeres en cargos directivos, la diferencia salarial que aún persiste, el que ellas sean todavía las mayoritariamente se reduzcan la jornada para poder cuidar de los hijos u otros familiares dependientes, son solo algunos de los ejemplos que explican qué es la brecha de género, la necesidad de exigir una cultura de igualdad en el trabajo y los pasos que todavía demos dar para alcanzar realmente la igualdad en el ámbito laboral, tanto en España como en otros países del mundo.

Lograr esa igualdad de género en el ámbito laboral pasa por promover medidas y acciones que igualen el campo de juego entre hombres y mujeres, hasta que ambos partan, efectivamente, desde una misma posición en cuanto a derechos, oportunidades e igualdad de trato se refiere, sin hacer distinción entre sexos. Medidas como la implantación del Plan de Igualdad en la empresa o la inclusión de la perspectiva de género en las políticas de empleo de las administraciones.

¿Por qué es importante la igualdad de género en el ámbito laboral?

Hay diferentes razones que explican la importancia de la igualdad de género en el trabajo, tanto aquellas que tienen que ver con la propia organización como las que la trascienden.

Cuando las plantillas son más diversas, se mejora el proceso de toma de decisiones, puesto que se tienen en cuenta más puntos de vista y perspectivas a la hora de abordar nuevos proyectos y estrategias, lo que puede reportar mayores beneficios a la empresa. Además, esto fomenta tanto la retención del talento como de los clientes.

El ambiente laboral mejora, lo que favorece un mayor rendimiento de la plantilla y, por tanto, una mayor productividad. Las relaciones entre la plantilla son mejores, disminuyendo los conflictos en ella.

Además, y en esa línea, una empresa comprometida con la igualdad de género es una empresa en la que se previene y se lucha contra el acoso sexual o por razón de sexo. Así mismo, ayuda a corregir las discriminaciones por razón de sexo que puedan existir y contribuye a reducir la brecha salarial.

El compromiso de la igualdad de género en el trabajo mejora la imagen corporativa y reputacional de las empresas y evita también la imposición de sanciones por incumplimiento con la normativa actual en materia de igualdad.

Aplicar una serie de buenas prácticas para integrar la igualdad de género en las empresas, encaminará a estas a conseguir esos beneficios, pero además, ayudará a fomentar la igualdad de género en la propia sociedad; si las mujeres gozan de los mismos derechos y oportunidades en el ámbito laboral, las desigualdades de género existentes en la sociedad podrán reducirse y eliminarse. Por ejemplo, si la baja por maternidad y la baja por paternidad tienen la misma duración y obligatoriedad, se evitará la discriminación de las mujeres que quieren ser madres, además de fomentar la corresponsabilidad.

Normativa para alcanzar la igualdad de género en el trabajo

El problema principal para alcanzar la igualdad de género en el trabajo está en las tradiciones y construcciones culturales que la sociedad arrastra y que han creado estereotipos y roles de género que son difíciles de desterrar por sí solos. Eso ha llevado a la necesidad de crear diferentes marcos normativos con los que promover y fomentar la igualdad de género en el ámbito laboral.

Así, hablar de ley de igualdad de género 2022, es seguir hablando de la Ley Orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y las sucesivas ampliaciones y modificaciones que se han hecho sobre ella, como el Real Decreto-ley de Medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres de 2019 y los Reales Decretos 901/2020 y 902/2020 para regular los planes de igualdad y la igualdad retributiva respectivamente.

Plan de Igualdad para empresas

¿Cómo promover la igualdad de género en el trabajo?

Promover la igualdad de género en el trabajo pasa, primero, por cumplir con la normativa actual en esta materia y que hemos citado en el punto anterior, pero también con la adopción de una serie de medidas cuyo objetivo sea, precisamente, lograr un espacio de trabajo donde mujeres y hombres son tratados de la misma forma, es decir, en base a sus logros, potencial, capacidades, habilidades y experiencia respecto a su puesto de trabajo y no en función de su género, dejando de lado estereotipos y sesgos de género, y gozan de las mismas oportunidades.

Cómo promover la igualdad de género en el trabajo

Entre las medidas y acciones para promover la igualdad de género en el trabajo está aplicar el principio de igualdad en los procesos de selección, para que desde la misma contratación la empresa ya esté desterrando esas supuestas diferencias entre mujeres y hombres en función de su género. Los puestos de trabajo o perfiles profesionales no deben vincularse con el género ni a supuestas capacidades innatas que posean hombres o mujeres, sino a las necesidades y habilidades reales del propio puesto y su desempeño, es decir, es importante evitar las ofertas de trabajo discriminatorias, aquellas que bien por la forma en la que están redactadas o por indicar directamente que se buscan hombres o mujeres para un determinado puesto de trabajo, hacen que posibles personas candidatas se autodescarten.

También alcanzar los objetivos del plan de igualdad, implementando este incluso en aquellas empresas que no tienen obligación por ley de hacerlo, ya que el plan de igualdad sirve tanto para conocer realmente la situación de igualdad de la que parte la empresa y qué medidas necesitas tomar para corregir las desigualdades existentes en su plantilla.

Así mismo, la dirección (y el resto de departamentos) deben implicarse en fomentar una cultura inclusiva, promoviendo la igualdad de género y el destierro de actitudes y comportamientos discriminatorios hacia las mujeres, incluso aquella discriminación o actitudes discriminatorias que pueden llegar a ejercer mujeres que han llegado a cargos directivos sobre sus subordinadas (lo que se conoce como síndrome de la abeja reina). La tolerancia cero con la discriminación, el acoso sexual o por razón de sexo debe ser clara y no solo depender de la obligación que impone la ley de contar con un protocolo contra el acoso laboral.

Hemos hablado de la igualdad en los procesos de selección, pero esta también se debe aplicar en la formación de equipos de trabajo, así como en las oportunidades de promoción y ascenso. Igualmente, la empresa también puede promover la corresponsabilidad, dando las mismas condiciones para solicitar permisos y reducciones de jornada a hombres y mujeres.

Ofrecer formación en igualdad a toda la plantilla ayudará a sensibilizar a todos los miembros de la empresa y a que estos sean más receptivos a la hora de aplicar las medidas propuestas en el plan de igualdad, además de ayudar a mejorar el clima laboral.

Ejemplos de igualdad de género en el trabajo

Para finalizar, veamos algunos ejemplos de igualdad de género en el trabajo:

  • Llevar a cabo una selección de personal imparcial, en la que se usen curriculums ciegos (sin foto y sin datos personales que puedan servir para deducir el sexo del candidato) y en los que se valore la formación, la experiencia profesional y las aptitudes relacionadas con el puesto de trabajo.
  • Igualdad salarial, pagando lo mismo a mujeres y hombres por trabajos de igual valor y responsabilidad.
  • Impartir formación en materia de igualdad.
  • Creación de programas de formación y promoción para fomentar la presencia de mujeres en puestos de liderazgo y directivos.
  • Aplicación de la perspectiva de género en materia de riesgos laborales, así como en otras políticas que vaya a adoptar la empresa.

En contraposición a estos otros ejemplos de desigualdad de género en el trabajo:

  • Publicar ofertas de trabajo en las que se especifiquen requisitos asociados a un género determinado, pero que realmente no son determinantes para el puesto, como indicar que se buscan mozos de almacén o secretarias.
  • No dar opciones de flexibilidad horaria, más allá de ofrecer una jornada a tiempo parcial para empleados con hijos menores a su cargo.
  • No ofrecer ascensos a empleadas que han sido madres.
  • Establecer una retribución salarial diferente para hombres y mujeres en puestos que, en la práctica, tienen la misma valoración, solo porque son puestos desempeñados tradicionalmente solo por hombres o solo por mujeres.
  • No tratar de la misma forma los derechos de conciliación laboral y familiar de hombres y mujeres.

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