Pese a la existencia de leyes nacionales y tratados internacionales sobre la igualdad de género y los avances que estos han traído a la sociedad, hoy en día todavía encontramos situaciones de desigualdad entre mujeres y hombres que es necesario corregir. Una forma de abordar estos problemas es mediante la aplicación de la perspectiva de género en diferentes ámbitos y proyectos.
En este artículo veremos qué es la perspectiva de género y cuál es su importancia. Además, explicaremos cómo aplicar la perspectiva de género en el ámbito laboral.
En este artículo hablamos de:
- ¿Qué es la perspectiva de género? Definición
- Principales características de la perspectiva de género
- La perspectiva de género en el ámbito laboral
- ¿Cómo aplicar la perspectiva de género en el trabajo?
- Ejemplos de perspectiva de género
- Otros ámbitos donde se puede aplicar la perspectiva de género
- Conclusiones sobre la perspectiva de género en el trabajo
¿Qué es la perspectiva de género? Definición
Como primera introducción de la perspectiva de género, antes debemos ver qué se entiende por «perspectiva», ya que nos ayudará a entender el significado de perspectiva de género y su definición. Por perspectiva entendemos una forma de ver o analizar una situación determinada, es decir, la perspectiva supone el punto de vista desde el que analizamos lo que nos rodea (sea una situación concreta, un proyecto, una política, una cultura, una sociedad, etc.).
Por lo tanto, la perspectiva de género es el análisis de la realidad hecho desde el género, teniendo en cuenta la construcción social y cultural sobre el género y las relaciones de poder que ha establecido a lo largo del tiempo.
Por su parte, la definición de perspectiva de género de la ONU (que podemos encontrar en el Glosario del Centro de Capacitación de ONU Mujeres) nos dice que: «es una forma de ver o analizar que consiste en observar el impacto del género en las oportunidades, roles e interacciones sociales de las personas. Esta forma de ver es lo que nos permite realizar un análisis de género y luego transversalizar una perspectiva de género en un programa o política propuesta, o en una organización».
Así, al aplicar la perspectiva de género se reconoce cómo se han establecido los vínculos, sistemas sociales y relaciones de poder en base a una compresión sobre el sexo, el género y la orientación sexual determinada, que nada tienen que ver con las diferencias biológicas, sino con constructos socioculturales a lo largo del tiempo.
La perspectiva de género es un concepto que busca mostrar que las diferencias entre mujeres y hombres no responden de manera exclusivas a una razón biológica, sino también a causa de las diferencias culturales, roles o estereotipos asociados a los seres humanos.
Mainstreaming de género y perspectiva de género ¿Son lo mismo?
Son dos conceptos relacionados, pero mainstreaming de género y perspectiva de género no son lo mismo. Mientras que la perspectiva de género se emplea para analizar la realidad desde el género, la transversalidad de género son las acciones que se llevan a cabo para fomentar y alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el conjunto de las políticas públicas.
La relación entre ambos conceptos está en que para poder aplicar el mainstreaming de género, es necesario recurrir e incorporar perspectivas de género cuando se diseñan y desarrollan políticas, programas e iniciativas públicas destinadas, precisamente, a lograr la igualdad de género.
Principales características de la perspectiva de género
Para poder entender mejor el concepto de perspectiva de género, debemos conocer sus características o elementos clave, aquellos que no solo reconoce, sino que también analiza y promueve para lograr alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la sociedad, puesto que la perspectiva de género debe conducir a la transversalidad de género en todos aquellos proyectos, políticas, programas o propuestas que se vayan a realizar, tanto dentro del ámbito público como del ámbito privado.
Así, las principales características de la perspectiva de género son:
- El reconocimiento del género como una construcción social, cultural e histórica, que varía, por tanto, de unas épocas y sociedades a otras.
- Las relaciones sociales se establecen, en parte, a través del género o, al menos, están influenciadas por el género que se atribuye a las personas, puesto que el género asignado nos atribuye, socialmente, unas características determinadas.
- Existencia de una desigualdad entre el género dominante y el subordinado, cuya forma habitual es la de dominación masculina sobre la subordinación femenina (si bien, no es la única relación posible, como demuestra la búsqueda de la igualdad efectiva). Esta desigualdad en relación con el género podemos verla ejemplificada en la brecha de género en el ámbito laboral.
- El género es transversal, es decir, está presente más allá de las relaciones entre mujeres y hombres, en procesos y sistemas sociales, como en el sistema económico, las políticas públicas, la salud o la educación, entre otros. Y, por lo tanto, no puede verse de forma aislada, ya que otros factores se ven influenciados por él, como por ejemplo la edad, la clase social, la nacionalidad, etc.
- A través de la perspectiva de género podemos cuestionar los sistemas sociales y normativos y promover medidas para acabar con las desigualdades que los han venido caracterizando, por ejemplo, al promover los estudios de impacto de género en las políticas públicas.
- La perspectiva de género tiene como punto de partida la búsqueda de la equidad entre mujeres y hombres, permite, con su aplicación, evitar la perpetuación de desigualdades o situaciones de subordinación o la creación de nuevas situaciones de desigualdad.
La perspectiva de género en el ámbito laboral
La perspectiva de género en el ámbito laboral ha avanzado gracias a la aplicación de las leyes de igualdad, sin embargo, para acabar con situaciones en las que todavía predomina la desigualdad entre mujeres y hombres, es necesario realizar análisis de situación con perspectiva de género, para poder evaluar la situación desde la que se parte y los problemas que vienen enfrentando mujeres y hombres en base al género y los roles y sesgos que se le atribuyen y que se trasladan al mundo del trabajo y la empresa.
Por esas razones, aplicar la perspectiva de género en España con la elaboración del Plan de Igualdad para empresas es fundamental, ya que permite ver y resaltar problemáticas relacionadas con el género, como la brecha salarial o el techo de cristal, que de otra forma no aflorarían.
Para no perpetuar situaciones de desigualdad o discriminación entre géneros o crear otras nuevas, es necesario aplicar la perspectiva de género en cualquier ámbito laboral.
¿Cómo aplicar la perspectiva de género en el trabajo?
A la hora de aplicar la perspectiva de género en un trabajo es necesario tener presente la situación entre mujeres y hombres en la empresa y cómo se puede contribuir a acabar con las desigualdades existentes o, si, por el contrario, puede acrecentarlas o generar nuevas situaciones de desigualdad. Esto solo se consigue mediante la aplicación de la perspectiva de género en todas las áreas de la empresa.
La perspectiva de género en las empresas permite recoger información y datos que tengan en cuenta variables como el sexo y las relaciones sociales de género que se establecen entre mujeres y hombres; en el diagnóstico para saber de qué punto se parte, en la planificación y ejecución para determinar qué medidas son necesarias tener en cuenta y aplicar, y en la evaluación para comprobar si se han cumplido los objetivos marcados, teniendo en cuenta el impacto final sobre mujeres y hombres.
Respondiendo a ese cómo aplicar la perspectiva de género en el trabajo, la clave está, como hemos señalado, en aplicar esta en el diseño del plan de igualdad, recurriendo a una metodología que la aplique en el diseño de cuestionarios, medidas y acciones a llevar a cabo. En ese sentido, un ejemplo de perspectiva de género sería, a la hora de reducir la brecha salarial, hacer una valoración de puestos de trabajo con perspectiva de género, para que puedan aflorar desigualdades salariales que, de otra forma, no lo harían.
Para aquellas empresas que no tienen obligación de implantar el plan de igualdad, pero que quieren contribuir al fomento de la igualdad de género y su alcance en la propia empresa y la sociedad, el principio es el mismo; integrar la perspectiva de género en sus herramientas de diagnóstico de situación y en el diseño de las medidas que van a tomar.
Ejemplos de perspectiva de género
A continuación vamos a ver algunos ejemplos de perspectiva de género en el trabajo, que no servirán para ilustrar lo que hemos ido viendo en los puntos anteriores.
Son 10 ejemplos de perspectiva de género aplicada en acciones dentro del ámbito laboral y que ayudarán a cualquier empresa a mejorar en materia de igualdad:
- Aplicar la perspectiva de género a la hora de no discriminar a hombres y mujeres en la fase de reclutamiento.
- Otorgar las mismas oportunidades de promoción a hombres y mujeres.
- Asegurarse de que la retribución salarial es la misma para ambos géneros según el puesto de trabajo ocupado.
- Reprender y denunciar actitudes machistas en el espacio laboral.
- Dar la misma importancia a las opiniones de ambos sexos, sin ser condescendiente o acallar las opiniones del sexo contrario.
- Promover cursos sobre diversidad e igualdad.
- Poner en marcha protocolos para prevenir el acoso sexual o por razón de género.
- Desarrollar políticas internas de apoyo y ayuda a las víctimas de violencia de género.
- Incluir el compromiso con la igualdad en la declaración de intenciones o el código ético de la empresa.
- Por supuesto, diseñar un Plan de Igualdad en el que se apliquen de forma efectiva las medidas necesarias para promover la igualdad entre mujeres y hombres dentro de la empresa.
Para ver ejemplos de igualdad y perspectiva de género aplicados en la práctica, recomendamos consultar el Manual de Casos de Dirección y Administración de Empresas con Perspectiva de Género elaborado por el Instituto de la Mujer en 2020, que recoge los ejemplos de seis empresas con perspectiva de género en diferentes áreas.
Otros ámbitos donde se puede aplicar la perspectiva de género
Ya lo decíamos al principio, la perspectiva o enfoque de género puede aplicarse en diferentes ámbitos, como son la educación, la salud, las políticas públicas, el deporte, la comunicación o la justicia. La desigualdad de género es un problema transversal y, por tanto, acabar con ello requiere acciones y soluciones transversales y eso implica, a fin de cuentas, aplicar la perspectiva de género en todos los ámbitos de la sociedad, puesto que es la única forma de comprender el punto desde el que se parte y la situación de desequilibrio entre hombres y mujeres en cada uno de esos ámbitos.
Por ejemplo, la perspectiva de género en la salud tiene como fin visibilizar cómo ciertos factores influyen más en la salud de las mujeres o cómo una misma enfermedad puede afectarlas de forma distinta que a los hombres, dado que la medicina ha sido y sigue siendo muy androcéntrica todavía.
La perspectiva de género en educación tiene como objetivo educar a los más jóvenes en la igualdad y equidad entre los sexos, garantizando el acceso igualitario y sin discriminación a los servicios que brinda el sistema educativo.
O cómo una comunicación con perspectiva de género en sus diferentes facetas (publicidad, medios de comunicación, etc.) puede ayudar a fomentar la igualdad y acabar con roles y estereotipos de género.
Conclusiones sobre la perspectiva de género en el trabajo
La primera conclusión sobre perspectiva de género en el trabajo es que su aplicación servirá para que no se produzcan nuevas situaciones de desigualdad o se mantengan las ya existentes cuando se decidan introducir cualquier tipo de cambio en la empresa (como nuevas políticas salariales, procedimientos o protocolos de recursos humanos, planes de conciliación, etc.).
En línea con lo anterior, para asegurar que se aplica la perspectiva de género en esos nuevos proyectos o en la propia elaboración del plan de igualdad, las personas encargadas de ello deberán tener formación en perspectiva de género, para poder aplicar este tipo de análisis sobre la sociedad y en ámbitos concretos.
Del mismo modo, es necesario asegurarse de que esta perspectiva de género se aplica de forma transversal en la empresa, lo que significa que todos los empleados, directivos o agentes involucrados en la empresa, han de participar de esta visión igualitaria e integradora.
Finalmente, aplicar la perspectiva de género en lo laboral (o cualquier otro ámbito) es imprescindible si queremos acabar con las desigualdades existentes, haciendo aflorar las causas que se encuentran tras ellas.