El acoso laboral o mobbing laboral se clasifica en diferentes tipos, bien en función de la posición jerárquica que ocupen acosador y víctima en el organigrama de la empresa, o bien en función de los objetivos que persiga. Dentro de esa segunda clasificación encontramos el mobbing perverso; en las siguientes líneas explicaremos qué es el mobbing perverso, sus causas y cómo puede prevenirse en la empresa.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es el mobbing perverso?
El mobbing perverso es, como decíamos, uno de los tipos de mobbing por objetivos, sin embargo, el objetivo de esta clase de acoso en el trabajo no es laboral, sino que se define por la personalidad manipuladora y hostigadora del acosador. Es decir, en el mobbing perverso el acosador no busca echar al acosado de la empresa o dejarlo en mal lugar ante posibles ascensos, sino que lo hace por el hecho de causar daño a la víctima.
Es habitual que el mobbing perverso sea también mobbing horizontal o vertical descendente (e incluso ascendente) y en ocasiones puede llevar al acoso laboral sexual.
La detección del mobbing perverso y, por lo tanto, la prevención del acoso laboral de este tipo, suele ser complicada, por la forma en la que se lleva a cabo y porque el acosador suele ser una persona que no tiene problemas para ganarse la confianza de los demás.
¿Cómo funciona el mobbing perverso?
El mobbing perverso funciona siempre sin testigos, es decir, que el acosador solo lleva a cabo las acciones y conductas de acoso cuando se encuentra a solas con la víctima o de forma sutil que no levanten sospechas entre el resto de compañeros. Es normal que previamente el acosador se gane la confianza de la víctima, para conseguir información sobre ella que luego pueda explotar en su beneficio.
El hostigamiento comienza después y, como hemos dicho, siempre sin testigos, ya que este acosador mantiene una cara y comportamiento diferentes frente al resto de compañeros o subordinados, lo que dificulta más a la víctima denunciar el acoso laboral que sufre por parte esta persona.
Entre las acciones que puede llevar a cabo un acosador de este tipo, y como uno de los ejemplos de mobbing perverso, tenemos el denominado gaslighting (o luz de gas), un tipo de abuso psicológico en el que el acosador logra que su víctima se cuestione su propia realidad, distorsionándola en su favor.
En cualquier caso, las consecuencias del mobbing perverso pueden ser graves para sus víctimas, puesto que puede resultarles muy difícil demostrar el acoso que están sufriendo, especialmente cuando el acosador goza de buena reputación e imagen entre el resto de compañeros.
Causas del mobbing perverso
Las causas del mobbing perverso suelen estar relacionadas con la personalidad del propio acosador; este tipo de conductas suelen llevarlas a cabo personas narcisistas, personas con falta de empatía, sociópatas, etc. Es decir, suelen estar relacionadas con ciertas personalidades patológicas.
Al ser el objetivo del mobbing perverso hacer daño a la víctima, no hay causas laborales que lo justifiquen realmente, y en muchas ocasiones el acosador realiza este tipo de acoso porque disfruta del sufrimiento de su víctima.
¿Cómo prevenir el mobbing perverso?
Entre las recomendaciones que damos cuando se nos pregunta cómo prevenir el acoso laboral, siempre está la elaboración de un protocolo de acoso laboral (que, además, en el caso de la prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo en el trabajo, es obligatorio para toda empresa).
Este protocolo ofrece no solo el compromiso de la empresa con la eliminación y la tolerancia cero contra el mobbing, sino que también cuenta con medidas y pautas de actuación ante el mismo, informando a los empleados de qué tienen que hacer ante el acoso laboral del que sean víctimas o testigos y estableciendo mecanismos para la detección e investigación de posibles casos de acoso, así como las sanciones para los acosadores.
Sin embargo, dado que las causas y las consecuencias del mobbing perverso pueden resultar complejas de detectar y asociar con el comportamiento del acosador, que, como hemos dicho, actúa siempre sin testigos, prevenir este tipo de mobbing puede resultar complicado para la empresa, que en la mayoría de los casos solo podrá poner freno al acoso perverso trasladando al acosador o despidiéndolo, ya que las características particulares de este tipo de acosadores hacen que sea difícil que cambien su forma de comportarse respecto a sus víctimas.
En cualquier caso, el protocolo para la prevención del acoso laboral y sesiones de sensibilización sobre este y los diferentes tipos que existen, incluido el mobbing perverso, puede ayudar a los empleados a detectar e identificarlo o, al menos, a detectar si algún compañero puede estar sufriendo alguna clase de acoso. Además, también habilita un canal de denuncia interno seguro y anónimo, que puede facilitar las denuncias de acoso tanto a víctimas como a testigos.