Aunque pensemos que el anonimato sigue siendo uno de los pilares de Internet, lo cierto es que al navegar por la Red, interactuar en páginas web, redes sociales, blogs o sitios de streaming, estamos dejando una huella de nuestro paso, la llamada huella digital, que empresas y anunciantes rastrean para poder sacar provecho de ella, bajo la justificación de ofrecer una mejor experiencia digital, más personalizada y conveniente.
En este artículo explicaremos qué es la huella digital en Internet, cómo se crea, su importancia, sus riesgos y cómo podemos protegerla o eliminarla.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es la huella digital en Internet?
La huella digital en Internet son las acciones, interacciones, contribuciones, operaciones, publicaciones y comunicaciones que realizamos a través de la Red y que van dejando un rastro digital que puede seguirse y, puesto en relación, usarse para elaborar un perfil sobre nosotros (no identificarnos concretamente, pero sí determinar gustos, hábitos, productos que consumimos, horas a las que nos conectamos, lugares que visitamos con frecuencia, etc.).
Técnicamente, la huella digital en Internet es la información que genera y aporta el navegador cuando visitamos diferentes sitios de la Red y que permite identificar a los usuarios individuales según la configuración de su navegador y dispositivo. En principio esta información no desvelaría información personal, pero, como hemos dicho, cuando se cruzan y se ponen en relación esos datos, se puede obtener información relevante sobre cada usuario individual, información que puede resultar muy valiosa para empresas y anunciantes.
¿Cómo se crea la huella digital en Internet?
La huella digital en Internet se va creando con nuestras acciones en la Red, es decir, cada vez que navegamos e interactuamos de alguna forma en sitios online, vamos generando esa huella; por ejemplo, al publicar en redes sociales, al escribir un blog, al dejar comentarios en una noticia, al hacer compras online, al visitar una página web varias veces, al dar un «me gusta», al retuitear, etc.
Toda acción que llevamos a cabo en Internet, contribuye a crear y acrecentar nuestra huella digital en Internet. Y no solo a través de acciones conscientes, sino también de aquellas de las no nos damos cuenta, por ejemplo, cuando se instalan cookies técnicas en nuestro navegador (esas que pueden usarse sin nuestro consentimiento).
En ese sentido, debemos diferenciar entre huella digital activa y huella digital pasiva.
Huella digital activa
La huella digital activa es la que se va generando con la información que compartimos de forma voluntaria o deliberada en Internet, por ejemplo, cuando subimos una foto a una red social o comentamos la publicación de un blog o nos suscribimos a una plataforma de streaming o aceptamos las cookies de terceros de una web. Toda la información que compartimos en estas interacciones, lo hacemos de forma consciente.
Huella digital pasiva
Por su parte, la huella digital pasiva es la que se genera a través de la información que se recopila sobre nosotros al navegar sin que seamos realmente conscientes de ello. Es, por ejemplo, la información estadística que recopilan esas cookies técnicas que mencionábamos más arriba, o el registro de nuestra dirección IP al acceder a una página web.
Importancia de la huella digital en Internet
La importancia de la huella digital en Internet es doble; por un lado, para los usuarios porque incide en la creación de nuestra identidad digital y de nuestra reputación online (algo que cada día cobra más relevancia, especialmente entre potenciales empleadores) y porque contribuye a que los servicios en línea nos ofrezcan una experiencia más personalizada, algo que es tanto positivo, puesto que recibiremos sugerencias, promociones, información, etc., relevante y de interés para nosotros, como negativo, puesto que puede llegar a facilitar la «manipulación» a través de contenidos tóxicos o bulos.
Y, por otro lado, para las empresas y anunciantes, porque les permite analizar toda esa información que contiene la huella digital en Internet y elaborar perfiles de usuarios o consumidores muy detallados, que explotar ellos mismos o vender a terceros. Es, por ejemplo, lo que ocurre con la publicidad programática.
Riesgos y ventajas de la huella digital
Hablar de huella digital es también hablar de los riesgos, de las ventajas y desventajas de la huella digital en Internet, ya que, como hemos visto en el punto anterior, tiene el potencial de generar tanto efectos positivos para los usuarios como negativos.
Aparte del uso de cookies de seguimiento y rastreadores para seguir a los usuarios mientras navegan por Internet y que normativas como la de protección de datos regulan, precisamente, para ayudar a proteger la privacidad digital de los usuarios y a que estos tengan un mayor control sobre el uso de sus datos personales, hay otra serie de desventajas y riesgos de la huella digital en Internet que debemos tener en cuenta, como por ejemplo:
- Los ataques de phishing
- La suplantación de identidad
- Las fugas o robo de datos masivos
- El spam
- Sufrir diferentes tipos de ciberataques
- Contribuir a la propagación de bulos o fake news
En cuanto a las ventajas de la huella digital en Internet, podemos señalar las siguientes:
- Se puede emplear para detectar redes de bots
- Puede usarse para identificar defraudadores o estafadores
- Podemos controlar nuestra huella digital de forma más consciente, controlando qué datos e información cedemos y qué publicamos
- Puede ayudarnos a reflexionar antes de compartir determinados contenidos y ser más críticos con los contenidos que se nos recomiendan
¿Cómo proteger la huella digital?
Evitar completamente que se genere y rastree nuestra huella digital en Internet es una tarea prácticamente imposible, pero sí que podemos recurrir a diferentes métodos y herramientas para mejorar nuestra privacidad en línea y reducir la posibilidad de identificación o de elaboración de perfiles muy concretos sobre nosotros.
A continuación vamos a ver algunas recomendaciones para saber cómo proteger la huella digital en Internet:
- Navegar en modo incógnito o configurar el navegador para que comparta la mínima información posible o bloquear la huella digital (navegadores como Safari, Chrome o Firefox cuentan con estas opciones).
- Usar complementos o extensiones del navegador que deshabilitan los rastreadores para que no se ejecuten en nuestro navegador. Estos bloqueadores pueden repercutir en la experiencia de navegación, pero contribuyen a minimizar nuestra huella digital. Algunos de ellos son AdBlock Plus, Privacy Badger, Disconnect o NoScript.
- Deshabilitar JavaScript también contribuirá a reducir el número de cookies que pueden instalarse en nuestro navegador, ahora bien, la experiencia de navegación se verá afectada, porque al deshabilitarlo muchas web no funcionarán correctamente.
- Usar una VPN con la que ocultar la dirección IP también contribuirá a reducir nuestra huella digital (especialmente en combinación con otros métodos), puesto que al navegar usando este tipo de conexión, nuestra dirección IP quedará oculta para los sitios web y, a la vez, los sitios que visitemos quedarán ocultos para nuestro proveedor de Internet.
- Limitar los datos e información personal que compartimos de forma consciente, configurando, además, los ajustes de privacidad de nuestras cuentas de usuario.
- Eliminar cuentas de usuario antiguas y que ya no usemos.
- Comprobar que información y datos recopilan las aplicaciones que usamos en nuestro teléfono móvil.
- No aceptar el uso de cookies de las páginas web.
¿Puedo borrar mi huella digital?
Borrar la huella digital por completo puede resultar muy complejo, puesto que no solo hablamos de eliminar aquella información consciente que hemos compartido (por ejemplo, eliminar cuentas de correo o de usuario, eliminar perfiles en redes sociales o borrar publicaciones en ellas), sino también de todos los registros que hemos ido generando con nuestras acciones y eso es algo que no dependerá de nosotros.
Una de las opciones a las que podemos recurrir es ejercer el derecho al olvido en los buscadores de Internet. Esto hará que cualquier información que queramos que deje de aparecer en los resultados búsqueda, desaparezca de ellos, si bien no de Internet o del sitio donde esté publicada, para ello deberemos ponernos en contacto con el titular del sitio y solicitar la retirada del contenido, aunque será el titular quien decida si lo retira o no.
Lo cierto es que eliminar contenido relacionado o generado por nosotros en sitios online de terceros (como páginas web, foros o blogs) no va a depender de nosotros y sus titulares no están obligados a retirar esa información, aunque se lo solicitemos.
En cuanto a los datos personales que hayamos podido ceder en sitios de Internet, podremos ejercer nuestro derecho de acceso y derecho de supresión para comprobar qué datos poseen y solicitar que los eliminen.
Finalmente, si has aceptado el uso de cookies en alguna página web, asegúrate de eliminarlas para que no puedan seguir rastreándote o siguiéndote a través de ellas. Puedes eliminar las cookies desde el propio navegador o recurrir a herramientas como CCleaner.
Identidad digital y huella digital ¿son lo mismo?
Aunque relacionadas, la identidad digital y la huella digital no son lo mismo exactamente. Más arriba ya indicamos que la huella digital contribuye a crear nuestra identidad digital. Y nuestra identidad digital no solo está formada por el rastro de datos e información digital que vamos dejando cuando navegamos por Internet, sino también por cómo nos ven los demás en la Red, es decir, cómo nos comportamos en línea, qué comentamos, qué publicaciones hacemos, qué imágenes subimos, qué información compartimos, etc.
Por lo tanto, la huella digital es el rastro que debemos seguir para descubrir qué tipo de identidad digital hemos construido en la Red a través de los datos e información personal que compartimos a través de Internet, cómo nos ven los demás usuarios y, entre otros, incluye publicaciones, imágenes, contactos, comentarios, servicios a los que estamos suscritos o usamos, contenidos que enlazamos, etc.
En definitiva, siempre que navegamos o hacemos uso de la Red, estamos generando una huella digital en Internet; aunque no podemos evitar la creación de esta huella, sí que podemos tomar ciertas medidas para limitar la información a la que se puede acceder al analizarla y conseguir mantener una mayor privacidad digital.