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¿Qué es la privacidad digital y por qué es importante en 2024?

Ya sea de manera voluntaria o involuntaria, cuando navegamos por internet vamos dejando un «rastro» de datos personales, que terceros pueden usar para sus propios fines. Por ese motivo, es esencial que entendamos qué es la privacidad digital, cuál es su importancia y por qué debemos cuidarla y ser más conscientes de la información personal que compartimos cuando navegamos por la Red o usamos aplicaciones u otros servicios online.

¿Qué es la privacidad digital y para qué sirve?

La definición de privacidad digital es el derecho que tenemos los usuarios de proteger nuestros datos cuando navegamos por internet, es decir, es el derecho a decidir qué datos compartimos o comunicamos a terceros en la Red y cuáles mantenemos ocultos, privados.

La privacidad digital se define como el control que un usuario de internet puede ejercer sobre los datos personales, limitando el acceso a los mismos de personas, organizaciones o instituciones.

La privacidad digital es también un derecho, una extensión en el ámbito digital del derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen, reconocido y protegido en la Constitución, y como derecho, responde a la pregunta de ¿para qué sirve la privacidad digital?

Sirve para proteger la intimidad de las personas cuando estas usan servicios de la sociedad de la información, es decir, cuando usamos internet, visitamos páginas web, jugamos online o utilizamos una aplicación en el móvil, para limitar la captura y uso de nuestros datos personales sin nuestro conocimiento y sin nuestro consentimiento.

Sin embargo, y cómo veremos más adelante, uno de los principales problemas de la privacidad digital es poder garantizar el respeto a este derecho por terceros, lo que ha propiciado la creación de leyes para proteger, precisamente, el derecho a la privacidad digital de las personas (leyes como el Reglamento General de Protección de Datos o la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales) y hace que hablemos también de ciberseguridad y privacidad digital, porque la primera es imprescindible para proteger la segunda.

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Características de la privacidad digital

Las principales características de la privacidad digital son las siguientes:

  • Hace referencia a toda la información personal que los usuarios generamos y comunicamos cuando navegamos por internet o usamos aplicaciones, plataformas o cualquier tipo de software conectado a la Red, tanto de manera voluntaria como involuntaria. Esta información comprende todo tipo de datos personales (como el nombre, el nombre de usuario, la dirección IP, dirección de correo electrónico, número de tarjeta bancaria, geolocalización, patrones de comportamiento, historial de navegación, etc.).
  • Son también los contenidos generados por el propio usuario, como posts en redes sociales, comentarios, mensajes, fotos, vídeos, etc., tanto si los ha compartido el propio usuario como si lo han hecho terceros, a través de canales públicos o privados.
  • La privacidad digital abarca todo tipo de servicio, plataforma, red social, juego, etc. digital, en tanto en cuanto, se transmitan datos personales al realizar operaciones, acciones o transacciones en ellos.
  • Está regulada por leyes tanto nacionales como internacionales.

¿Cuál es la importancia de la privacidad digital?

La importancia de la privacidad digital reside en que es garante de nuestra seguridad, tanto digital como física, porque el acceso de terceros a nuestra información personal puede ser necesario para realizar ciertos trámites o acceder a determinados servicios, pero si son mal gestionados o no se protegen de acuerdo a las leyes, podrían derivarse usos ilícitos y abusos de los mismos, con diferentes consecuencias para nuestros derechos y libertades y, cómo decíamos nuestra seguridad.

Podemos llegar a pensar que el dar unos pocos de nuestros datos personales a empresas o compañías, no tiene realmente consecuencias en nuestras vidas, a veces podemos pensar que compartir este tipo de información nos puede facilitar algunas gestiones o trámites llevados a cabo de manera digital.

Sin embargo, damos muchos más datos e información personal de la que pensamos y muchas veces lo hacemos sin ser realmente conscientes de para qué se va a usar esa información o en manos de quién va a acabar (porque no nos molestamos en leer políticas de privacidad o de cookies o en configurar los ajustes de privacidad de nuestras cuentas de usuario y redes sociales).

Todos estos datos personales se van acumulando, se cruzan, analizan y se usan para inferir nueva información que puede afectarnos en el día a día, porque a través de ellos se puede saber prácticamente todo sobre nosotros o, al menos, la información importante y pertinente sobre nosotros. Por ejemplo, si de nuestra información se infiere que tenemos problemas de salud, puede que un seguro médico o de vida nos niegue un contrato.

Proteger la privacidad digital es importante porque nuestros datos e información personal pueden usarse con diferentes fines, no todos ellos éticos y bien intencionados; desde mostrarnos publicidad personalizada, pasando por recomendarnos una serie, hasta manipular nuestras opiniones, o emplearlos para cometer diferentes tipos de delitos (como la suplantación de identidad, por ejemplo). La máxima de «la información es poder» también se aplica a los datos personales, puesto que, como hemos dicho, es información muy valiosa para empresas, entidades públicas y otros tipos de actores, incluidos creadores de bulos y cibercriminales. Proteger nuestra privacidad en internet es protegernos de abusos, manipulaciones y de ser víctimas de ciberdelitos varios.

Más allá de la esfera de la privacidad individual, proteger la privacidad digital también es importante porque de ella dependen elementos como la integridad de los sistemas democráticos, la justicia, el cumplimiento de la ley y la libertad individual y colectiva.

Todo esto ha llevado a que se articulen leyes para proteger la privacidad digital, como los ya citados RGPD y LOPDGDD, que establecen obligaciones en protección de datos personales para organizaciones y profesionales.

¿Qué tipos de privacidad digital existen?

Podemos distinguir entre tres tipos de privacidad digital:

  • Privacidad de la información: Se refiere al derecho de las personas para decidir cómo se recaba y utiliza su información personal, con especial relevancia de los datos personales, es decir, aquellos que permiten identificar a una persona.
  • Privacidad de la comunicación: Se refiere al derecho que tienen las personas a que sus comunicaciones digitales sean seguras y que solo podrán ver u oír sus mensajes sus destinatarios originales.
  • Privacidad individual: Se refiere al derecho de las personas a existir libremente en internet, es decir, que puedan elegir qué información y contenidos reciben o a los que están expuestos y cuáles no desean recibir.

Ventajas y desventajas de la privacidad digital

De la misma forma que hemos hablado de la privacidad digital y sus características, también debemos hablar de las ventajas y desventajas de la privacidad digital, porque presenta tanto unas como otras:

En cuanto a sus ventajas, destacamos:

  • Aumentar la seguridad de la información y proteger frente a fraudes, ciberataques como hackeos o suplantación de identidad.
  • Decidir cuál es nuestra identidad digital, es decir, la imagen que internet proyecta de nosotros al resto de usuarios
  • Permitir que solo accedan a nuestros datos aquellos usuarios, empresas o proveedores de servicios a los que hayamos otorgado nuestro consentimiento.
  • Adecuar a nuestro perfil y nuestros intereses los contenidos, productos o servicios que se nos ofrecen.
  • Concienciar cada vez más a la gente sobre la importancia de proteger los datos personales en internet.

Mientras que las desventajas de la privacidad digital destacamos:

  • Internet es una red inmensa, en la que circula una cantidad ingente de datos. Por tanto, tratar de controlar todo este flujo de información no es un objetivo realista. Como se suele decir, sería como poner puertas al campo.
  • Entra en conflicto con los intereses de grandes empresas y corporaciones. Muchas de estas compañías tienen un enorme poder y prefieren hacer frente al pago de multas antes que hacer caso a las normas sobre privacidad que dictan los gobiernos.
  • Todavía existe mucha gente que no comprende la importancia de proteger la información digital. Muchas personas siguen aceptando términos y condiciones de uso sin leerlas.
  • A las generaciones pasadas les cuesta adaptarse a las nuevas exigencias en este campo, ya que la era digital avanza rápidamente y no espera por nadie.

Problemas de privacidad digital

Cómo ya adelantábamos, la comunicación, cesión o el compartir información personal en internet puede generar problemas de privacidad digital, puesto que estamos dejando nuestra información expuesta para que cualquiera pueda acceder a ella (aplicando una metáfora, sería como dejarnos las llaves de casa puestas en la puerta).

Así, entre los principales problemas relacionados con una mala gestión de la privacidad digital, tanto por parte de los usuarios como de las organizaciones que deben garantizar su protección y buen manejo, encontramos:

  • Datos personales: facilitar información como el nombre real, teléfono o el DNI es un gran error, ya que podría dar pie a una suplantación de identidad.
  • Correo electrónico: dejar la dirección del email en cualquier sitio aumenta las posibilidades de recibir gran cantidad de spam o correo no deseado.
  • Datos bancarios: nunca se deben dar los datos bancarios a nadie que no sea de total confianza, o de lo contrario podrías poner en riesgo tu dinero.
  • Ubicación geográfica: otros datos como la dirección de tu domicilio o decir si estás o no en casa podría poner en riesgo tu vivienda, además de tu seguridad y la de los que viven contigo.
  • Fotografías y vídeos: hay que tener mucho cuidado con qué tipo de fotografías se envían y dónde se publican. No sería la primera vez que extorsionan a alguien con fotos de índole sexual o que alguien pierde su trabajo por imágenes comprometidas.
  • Ciberataques: estamos más expuestos a sufrir ciberataques, especialmente los relacionados con el phishing.
  • Ciberacoso: en no pocas ocasiones la información personal que hemos compartido con terceros se usa para llevar a cabo ciberbullying o acoso virtual.

¿Cómo gestionar la privacidad digital?

La gestión de la privacidad digital es cosa tanto de los usuarios como de las organizaciones que manejan sus datos personales.

En el caso de las organizaciones, sean empresas privadas u organismos públicos, deben cumplir con la normativa de protección de datos, lo que implica cumplir con los principios de transparencia y responsabilidad proactiva, que se resumen en informar al usuario sobre el uso y tratamiento de sus datos (qué datos se recaban, con qué finalidad, durante cuánto tiempo, quién los recaba, etc.) y en aplicar desde el diseño y por defecto todas las medidas de seguridad técnicas y organizativas necesarias para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos, así como atender las reclamaciones de derechos ARSULIPO de los usuarios y recabar su consentimiento explícito para el tratamiento de sus datos (cuando no concurra ninguna de las otras condiciones recogidas en el artículo 6 del RGPD).

En ese sentido, profesionales y empresas que traten con datos personales en el desempeño de su actividad (incluido tener una página web), pueden cumplir fácilmente con la normativa al contratar ley de protección de datos como un servicio externo, a través de una consultoría de protección de datos personales y privacidad web especializada. De esa forma podrán garantizar que respetan y protegen la privacidad digital de sus clientes al cumplir con las obligaciones establecidas en la ley.

En el caso de los usuarios, gestionar la privacidad digital pasa por ser más consciente de los datos e información personal que compartimos y reducirla en la medida de lo posible, así como aplicar medidas de protección básicas.

A continuación te dejamos 10 consejos para proteger tu privacidad digital:

consejos para proteger tu privacidad digital

10 consejos para proteger tu privacidad digital

  • Lee las condiciones antes de ceder cualquier tipo de información en internet o darte de alta en un servicio.
  • No compartas información personal en webs o redes sociales (nombre real, DNI, dirección) ni fotos que te puedan comprometer de alguna manera.
  • En las redes sociales, acepta solicitudes de amistad solo de personas que conozcas o perfiles de confianza.
  • No te registres a servicios mediante tu perfil de redes sociales, ya que dicho servicio podría acceder a la información de tus redes. Hazlo mejor mediante dirección de correo electrónico.
  • Configura la privacidad de tu perfil en las plataformas o servicios en los que te hayas registrado.
  • Utiliza sistemas de cifrado seguro de contraseñas.
  • Elimina de forma periódica tu historial de navegación o configura el navegador para que no almacene esta información.
  • Evita conectarte a internet a través de redes WiFi públicas no seguras: hoteles, locutorios, aeropuertos.
  • Recuerda cerrar sesión siempre, sobre todo cuando entres en tu cuenta desde un dispositivo al que otros podrían tener acceso.
  • Desconecta el GPS de tu teléfono móvil cuando no lo estés usando, ya que evitarás que se sepa dónde estás en cada momento.

Ejemplos de la privacidad digital (5 casos)

Finalmente, cerramos este artículo viendo algunos ejemplos de la privacidad digital aplicada en internet, así como cinco casos de privacidad digital vulnerada.

  • Ejemplos de privacidad digital aplicada en la Red:
    • La política de privacidad de una página web, publicada en una subpágina, con un lenguaje comprensible y accesible.
    • El banner de cookies de una plataforma online, que nos permite aceptarlas, rechazarlas o configurarlas de manera sencilla y que cuenta con un enlace que nos remite a la política de cookies.
    • Formularios web en los que se ha añadido un check box para recoger el consentimiento explícito de los usuarios para el tratamiento de sus datos y que tiene un enlace a la política de privacidad.
    • Un navegador que, por defecto, bloquea cookies no técnicas y rastreadores (como Brave).
  • Ejemplos de casos de vulneración de la privacidad digital:
    • Cambridge Analytica y la explotación de datos e información personal de usuarios de Facebook para influir en las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2016.
    • LinkedIn y el ciberataque en el que se robaron pares de direcciones de email y contraseñas de millones de usuarios en 2012, y que después derivó en otros ciberataques.
    • El llamado Celebgate de 2014, cuando se publicaron en internet numerosas fotos íntimas de famosas.
    • Glovo sufrió una brecha de seguridad que dejó al descubierto los datos personales de miles de clientes y repartidores de la plataforma en 2020, incluidos DNIs y cuentas bancarias.
    • Ashley Madison, una app de citas extramatrimoniales o fuera de la pareja, que tras un hackeo en 2015, vio cómo se publicaban los datos de más de 32 millones de usuarios en internet.

En definitiva, proteger la privacidad digital es una responsabilidad tanto de usuarios como de quienes recaban y usan esos datos, y es importante hacerlo, porque, cómo hemos visto a lo largo del artículo, no hacerlo puede exponer a las personas a diferentes peligros y riesgos, tanto en el mundo digital como en el físico.

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He leído y acepto la política de privacidad.

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