Hablar de mobbing o acoso laboral, es hablar de los diferentes tipos de acoso que se pueden producir dentro de un centro de trabajo, puesto que existen distintos tipos en función de quiénes lo ejerzan o los objetivos o fines que se busquen con este tipo de conductas. En este artículo nos centramos en explicar qué es el mobbing vertical, sus tipos, causas y cómo prevenirlo.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es el mobbing vertical?
El mobbing vertical o acoso laboral vertical es uno de los tipos de mobbing laboral que pueden desarrollarse en un centro de trabajo, sea este una empresa o una entidad pública.
Como en el acoso laboral general y a diferencia del mobbing horizontal, el mobbing vertical es un tipo de violencia física o psicológica injustificada contra uno o varios empleados para menoscabarles y conseguir que finalmente la víctima o víctimas abandonen la empresa. Vejaciones, insultos, humillaciones, menosprecios, darle tareas insignificantes o desbordarle con grandes cantidades de trabajo, difusión de rumores, etc., son algunos ejemplos de mobbing laboral que también pueden producirse en el mobbing vertical.
Lo que distingue al mobbing vertical de otros tipos de acoso es quién lo realiza y hacia quién. El mobbing vertical es un acoso que se produce entre empleados en niveles jerárquicos diferentes, es decir, acosador y víctima se encuentran en un nivel jerárquico diferente dentro del organigrama de la empresa (por ejemplo, un director de departamento y uno de sus subordinados).
Esto da lugar a diferentes tipos de mobbing vertical, como vamos a ver en el siguiente punto.
Tipos de mobbing vertical
En concreto, podemos hablar de dos tipos de mobbing vertical, en función de qué lugar ocupen víctima y acosador en la jerarquía de la empresa:
Descendente
Hablamos de acoso laboral vertical descendente cuando el acosador es un empleado en nivel jerárquico superior al de la víctima, es decir, el acoso lo lleva a cabo un superior (como puede ser un jefe de departamento, un mando intermedio, un responsable de equipo o un director o directivo) hacia un subordinado. Este tipo mobbing vertical descendente también recibe el nombre de bossing y los motivos detrás del mismo pueden ser varios, aunque el objetivo final suele ser que la víctima abandone la empresa.
Ascendente
El mobbing vertical ascendente se produce en el sentido contrario al tipo anterior, es decir, la víctima en un superior jerárquico y el acosador uno o varios subordinados de este. El mobbing o bullying vertical ascendente es menos habitual, puesto que implica acosar a una persona en una posición de poder dentro de la empresa respecto a los acosadores, pero no es imposible que se produzca. Como en el tipo descendente, el objetivo suele ser conseguir que la víctima abandone la empresa.
Causas del mobbing vertical
Como decíamos, las causas detrás del mobbing vertical pueden ser varias, desde buscar que un empleado en concreto abandone la empresa solicitando la baja voluntaria (es lo que se conoce como mobbing estratégico), hasta simplemente hacer daño a la víctima, porque al acosador no le cae bien, le tiene envidia por algún motivo o ha decidido hacerle la vida imposible, o querer conseguir algo de ella, como puede ocurrir en los casos en los que además hablamos también de acoso sexual.
La discriminación de determinados colectivos también puede ser una de las causas detrás del acoso laboral vertical, aunque no siempre es un componente necesario.
En cualquier caso, saber cómo prevenir el acoso laboral, incluido el mobbing vertical, es esencial para desterrar del centro de trabajo este tipo de conductas.
¿Cómo prevenir el mobbing vertical?
La prevención del acoso laboral, sea del tipo que sea, en la empresa pasa por elaborar un protocolo de acoso laboral, en el que se recojan las acciones, actitudes y comportamientos que se consideran mobbing laboral, la tolerancia cero hacia ellas, el compromiso de la empresa para no darles cabida, investigar los casos y castigar a los acosadores. Este protocolo puede formar parte del plan de igualdad de la empresa, si bien, cualquier empresa está obligada a contar con un protocolo de prevención del acoso sexual o por razón de sexo en el trabajo.
El protocolo debe, además incluir, medidas para que las víctimas o los testigos de este tipo de conductas sepan qué hacer ante el acoso laboral, poniendo a disposición de los empleados los mecanismos necesarios para denunciar el acoso laboral que puedan estar sufriendo o siendo testigos. Es importante también crear un equipo dedicado a la recepción e investigación de las denuncias (normalmente, es una tarea de la que se encarga Recursos Humanos) y castigar a los acosadores estableciendo un régimen sancionador dentro de los límites de la ley.
En el caso del mobbing vertical, especialmente en el mobbing vertical descendente, el protocolo debe establecer un mecanismo de denuncia que permita a la víctima denunciar el acoso sufrido de un superior, sin que este pueda tomar represalias contra ella, de ahí la importancia de establecer un equipo o comisión encargada de las denuncias de acoso (por ejemplo, una solución es contar con una gestión externa del canal de denuncias de la empresa, que garantiza el anonimato y la protección del denunciante).
Además del protocolo, también se deben llevar a cabo acciones de sensibilización e información sobre el mobbing y los diferentes tipos que existen y qué se considera acoso en la empresa, de manera que todos los miembros de la compañía sepan identificar estas conductas y ponerles freno antes de que se produzcan consecuencias graves tanto para la víctima como para la empresa.