Cualquier empresa que quiera apostar por una cultura y valores empresariales éticos e ir más allá del cumplimiento normativo, debe implementar un código ético empresarial. Confiar en que todos los miembros de la empresa cumplirán con la ley o aplicarán el sentido común a la hora de desempeñar sus labores y funciones, puede acabar siendo un problema legal y reputacional. En este artículo explicaremos la importancia del código ético de una empresa, cómo elaborarlo y los beneficios que puede aportar.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es un código ético?
Empecemos por el principio y respondamos a la pregunta: ¿qué es el código ético de una empresa?
El código ético de una empresa son sus valores, principios y guía de conducta, es decir, se trata de un documento que recoge las normas y valores que conforman la ideología, misión y objetivos de la empresa y que deben ser asumidos y respetados tanto por sus dueños como por sus directivos y sus trabajadores.
Un código ético de una empresa engloba las obligaciones y los comportamientos deseables, así como los prohibidos. Recoge tanto los mandatos de las leyes como las normas internas de la propia empresa.
Aunque la relevancia que ha ido ganando el compliance en los últimos años, ha resaltado la importancia de tener un código ético en la empresa como base del cumplimiento normativo, lo cierto es que la ética empresarial no es algo nuevo. Por un lado, en determinados sectores, como el sanitario, la abogacía o el periodismo, se cuenta con códigos de ética profesional o códigos deontológicos desde hace años. Por otro lado, las grandes empresas han ido implementando sus propios códigos éticos desde la última década del siglo XX, cuando estos empezaron a cobrar relevancia.
Así, podemos ver como ejemplo de una empresa con código ético a compañías como Iberdrola, Reale Seguros o Inditex.
¿Para qué sirve tener un código ético?
Tener un código ético en la empresa tiene diferentes funciones. Por un lado, y como hemos adelantado, sirve para que la empresa y sus miembros operen dentro de la legalidad en el desempeño de sus funciones, de manera que ayuda en la prevención de la comisión de delitos que, además, pueden derivar en la responsabilidad penal de la empresa.
Por otro lado, cuando directivos y empleados conocen cómo deben actuar en diferentes situaciones, lo que está permitido y lo que no, se agiliza la toma de decisiones y estas estarán alineadas con los valores de la empresa. Conocer el código ético de la empresa, facilita que cualquier empleado, a falta de supervisión o unas directrices concretas, pueda desempeñar su labor de manera independiente y dentro de lo esperado, funcionando así como un código de conducta que facilita la ejecución de actividades y la toma de decisiones por parte de todo el personal.
El código ético, pero sobre todo su cumplimiento por todos los miembros de la organización, genera confianza no solo entre los clientes potenciales, sino entre inversores, trabajadores, proveedores, administraciones y cualquier otro stakeholder relevante para la empresa, lo que redunda positivamente en la obtención de beneficios y el crecimiento de la organización.
Además, muchas empresas recogen en su código ético su compromiso con la sociedad e incluyen medidas de responsabilidad social corporativa, lo que mejora su reputación e imagen y aumentan el valor de la marca o marcas que desarrolle la empresa.
¿Cómo hacer el código ético de la empresa?
El código ético puede variar de una empresa a otra, puesto que, por un lado, este recoge, como hemos dicho, los valores, misión y objetivos de la empresa, y, por otro lado, las leyes y riesgos propios de su sector de actividad. Por ello, a la hora de elaborar el código ético de tu empresa, si bien puedes inspirarte en el de otras compañías, no debes olvidar tu sector ni los valores que quieres que tu empresa y sus trabajadores representen.
Así, el primer paso para crear el código ético es crear un comité de ética empresarial. Este comité deberá estar formado por varios miembros de toda la empresa y que representen a todos sus departamentos. Es importante que quienes formen parte del comité estén comprometidos con los valores de la empresa y con sus objetivos. El comité de ética será el encargado de elaborar, implementar y hacer un seguimiento del código ético en la organización.
Puede ser recomendable, especialmente en empresas de cierto tamaño o complejidad, recurrir a los servicios de una consultora que asesore al comité.
Una vez creado el comité, el siguiente paso será reunir y analizar todos los documentos relacionados con la misión y objetivos de la empresa, así como los valores que quiere defender y representar. Como ya hemos dicho, aquí también se pueden consultar los códigos éticos de otras compañías, especialmente de aquellas del mismo sector de actividad.
Del análisis de toda esta información, el comité de ética redactará un primer borrador en el que se definirá el contenido del código ético. Incluirá los valores de la empresa, los temas relevantes para misma, las normas de comportamiento tanto para las relaciones internas como las externas, el respeto por los mandatos legales del lugar donde opere la empresa, cómo se resolverán los conflictos de interés, así como los conflictos internos, y el régimen disciplinario aplicable en caso de no cumplir con el código.
También se debe especificar un periodo de tiempo para la revisión y actualización del código ético, para que este sea acorde a la aparición de nuevos valores sociales, nuevas leyes o nuevas tecnologías que puedan tener impacto sobre la ética empresarial.
Hecho este borrador, es recomendable que sea evaluado por todos los miembros de la empresa. La participación de todo el personal puede garantizar una mayor implicación y cumplimiento del código, al sentir que sus opiniones y aportaciones sobre el mismo son tenidas en cuenta.
Si la plantilla hace sugerencias, el comité de ética las supervisará y valorará su inclusión en el texto definitivo. Una vez redactada la versión final del código ético, este se remitirá a la dirección de la empresa, para que sea aprobado y firmado.
Tras la aprobación del código ético, este debe comunicarse tanto a nivel interno como externo. Es decir, se comunicará a toda la plantilla, así como a socios, proveedores y otros colaboradores. Además, también se hará público a través de los medios que la empresa estime oportunos, como por ejemplo, a través de su página web corporativa o sus redes sociales.
Ahora, es importante señalar que para que el código ético cumpla con sus objetivos y sea realmente beneficioso para la empresa, no debemos dejarlo olvidado en un cajón, sino que el comité de ética debe asegurarse de su implementación y llevar un seguimiento del mismo.
Las claves básicas de todo código ético
Ya sabemos cómo hacer un código ético de una empresa, pero para asegurar su éxito y eficacia, se deben seguir estas claves básicas:
- El código ético debe ser impulsado y respetado por los dueños de la empresa y por su dirección. Es decir, se debe predicar con ejemplo desde arriba.
- Permitir que todos los miembros de la empresa puedan hacer aportaciones al mismo antes de su publicación. Y que estas aportaciones sean valoradas y tenidas en cuenta.
- Definir claramente las consecuencias del incumplimiento del código ético, pero también por su cumplimiento. Es decir, crear un régimen sancionador para las conductas contrarias al código, pero también cómo serán premiadas aquellas conductas que cumplan con el mismo.
- Formar y sensibilizar a todos los empleados sobre la existencia del código ético y la necesidad de cumplir con sus preceptos.
- Darle publicidad, es decir, comunicarlo de manera pública, para que la sociedad en general y los stakeholders en particular conozcan el compromiso ético de la empresa.
Beneficios del código ético para las empresas
Cerramos este artículo citando algunos de los beneficios que la implementación de un código ético puede traer a la empresa:
- Cualquier miembro de la empresa sabrá cómo actuar o qué se espera de él en determinadas situaciones, especialmente aquellas que puedan derivar en una infracción o un delito o en un conflicto de intereses.
- Promueve la igualdad de condiciones y de trato para todo el personal.
- Ayuda a crear la cultura organizacional de la empresa.
- Mejora el ambiente de trabajo y la fidelidad de los empleados.
- Ayuda a retener el talento.
- Aumenta la productividad gracias a un personal más seguro y motivado.
- Ayuda a prevenir la comisión de delitos dentro de la empresa y a evitar situaciones de crisis derivadas de los mismos.
- Aumenta la confianza de los inversores y otros stakeholders.
- Mejora la imagen corporativa y la reputación de la empresa en la sociedad.
- Puede ayudar a mantener la fidelidad de clientes y proveedores.