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Compliance

Nepotismo en la empresa privada: una barrera al Buen Gobierno

El nepotismo es un concepto que se ha aplicado generalmente a prácticas realizadas por gobiernos o administraciones públicas. Sin embargo, en este artículo queremos ir un poco más allá y reflexionar acerca del nepotismo en la empresa privada, por ejemplo a la hora de contratar empleados o de la promoción interna.

¿En qué consiste el nepotismo?

El término nepotismo proviene del griego “nepos“, que significa “sobrino”.

Por su parte, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) define el nepotismo como la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos“.

Como vemos, esta definición alude al nepotismo en el sector público, por lo que nos nos interesa más la segunda definición que da la RAE, y que lo define como:

Preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad, especialmente cuando es habitual o predominante.

Esta definición de nepotismo es mucho más aplicable al sector privado. Sin embargo, en este caso se suelen emplear más otros términos como “amiguismo”, “favoritismo”, o de forma coloquial en España, “enchufe“.

Explicado de manera sencilla, el nepotismo en la empresa privada consiste en la preferencia dada a amigos o familiares a la hora de acceder a un puesto de trabajo o de crecer en la empresa.

¿Cuáles son sus características?

El nepotismo es lo opuesto a la meritocracia. Es decir, no se evalúan a los candidatos por su aptitudes, actitudes, conocimientos o experiencia relacionada con el puesto laboral.

Por el contrario, la selección de personal se hace en base a otros criterios de cercanía personal. Se apuesta por amigos y familiares o , en general, personas allegadas, aunque éstas no cuenten con la formación o experiencia necesaria para desempeñar el puesto de trabajo.

El nepotismo ha sido habitual en los gobiernos de todas las épocas alrededor del mundo, y lo sigue siendo. Sin embargo, no es exclusivo del ámbito público, sino que también se da en el privado. En ese caso estaremos hablando de amiguismo o favoritismo.

Hay autores que sostienen que el nepotismo es un comportamiento arraigado en la empresa ya que responde a una concepción cultural o ética. Incluso hay quien va más allá y afirma que tiene una raíz biológica, relacionada con la supervivencia de la especie, en este caso de la empresa.

Generalmente, los empresarios que practican el nepotismo justifican este comportamiento afirmando que necesitan personas de confianza para el puesto, y que no se fían de los desconocidos para ocupar el cargo.

¿Por qué es una barrera al Buen Gobierno?

Una de las principales barreras entre nepotismo y compliance no es solo la propia aplicación de estas prácticas, sino la creencia de muchos empresarios de que esto no supone ningún problema o que no están haciendo nada malo.

Es frecuente que aquellos que practican el nepotismo o favoritismo, (cronyism en inglés) camuflen estas prácticas bajo palabras que resultan mucho más suaves y agradables de escuchar, como fidelidad, contactos, confianza, red de networking, etc.

Sin embargo, los datos sobre amiguismo laboral en España son alarmantes, ya que un importante porcentaje de trabajadores afirman haber accedido el puesto a través de contactos de amigos, familiares o conocidos.

La práctica del nepotismo en gobiernos o del enchufismo en la empresa privada tiene consecuencias muy negativas. Por ejemplo, con estos actos se envía un mensaje muy peligroso a la sociedad: la creencia de que la formación, los conocimientos y los méritos profesionales no sirven para nada, y que lo que de verdad importa es tener “contactos”.

La adopción de esta creencia en la empresa privada y la aplicación del amiguismo en la selección de personal o en la promoción interna, puede tener graves consecuencias para la propia empresa. La contratación de personas poco preparadas para el cargo por favoritismos personales puede tener como consecuencia un desempeño profesional deficiente que repercuta negativamente en la actividad de la empresa, especialmente cuando se recurre al nepotismo en altos cargos.

Del mismo modo, esta forma de actuar también puede crear una ambiente de desconfianza o de falta de identificación con la empresa. Los trabajadores tendrán la sensación de que no tienen posibilidades de crecer internamente ya que los cargos directivos están ocupados por personal “enchufado”, y estarán descontentos por estar dirigidos profesionalmente por personas menos cualificadas que ellos.

¿Es un delito?

No es ningún secreto que el nepotismo es practicado por lo altos cargos del gobierno de forma habitual. No solo mientras están en política, sino también cuando la abandonan y acceden a cargos importantes en otras empresa. Es lo que se denomina como “puertas traseras“.

El artículo 428 del Código Penal se refiere al nepotismo como “tráfico de influencias“, y señala lo siguiente:

El funcionario público o autoridad que influyere en otro funcionario público o autoridad prevaliéndose del ejercicio de las facultades de su cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación personal o jerárquica con éste o con otro funcionario o autoridad para conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero, incurrirá en las penas de prisión de seis meses a dos años, multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u obtenido e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de cinco a nueve años.

Por tanto, el nepotismo es delito en el ordenamiento jurídico español, pero solo se hace referencia a esta práctica en el sector público.

Es decir, no hay ninguna ley que impida a una empresa privada decidir sus propios criterios a la hora de la selección de personal o del acceso de trabajadores a cargos directivos. Estas decisiones quedan supeditadas a lo que decida el empresario, por lo que el amiguismo o favoritismo es una practica poco ética, incluso inmoral, pero no ilegal (siempre si hablamos de la empresa privada).

Compliance y conflictos de intereses

Los conflictos de intereses son uno de los principales problemas que se pueden dar a la hora de aplicar el compliance en empresas.

Para evitar los conflictos de intereses en la selección de personal o la promoción interna entre uno o varios empleados es necesario crear unas normas de buen gobierno corporativo, donde se aplique el principio de transparencia y justicia interna.

La resolución de los conflictos de intereses siempre en la dirección del amiguismo o favoritismo es susceptible de crear mal ambiente en la empresa y de resultar perjudicial para la moral del resto de empleados.

Por tanto, para evitar las prácticas de nepotismo, amiguismo o favoritismo se han de tener en cuenta los principios de compliance, buen gobierno, accountability, y hacer de la ética en la empresa uno de los principales baluartes de cualquier organización.

Nepotismo en las pymes, una práctica demasiado común

El amiguismo es una práctica muy común en las pymes, sobre todo en el caso de las empresa familiares. En este tipo de empresas muchas veces se apuestas por amigos o familiares para los puestos de trabajo.

Las principales razones para el nepotismo en las pymes están la cercanía personal, la necesidad de hacer favores o de ayudar a los allegados, o la confianza extra que suscita una persona del entorno cercano sobre un desconocido.

Sin embargo, también es común que la confianza pueda resultar contraproducente. Es habitual que amigos o familiares no rindan como espera el encargado, que se apoyen en la relación cercana para no hacer caso de sus indicaciones o tomarse excesivas libertades, o que se inmiscuyan en apartados y áreas de la empresa que no les corresponden.

Pongamos dos ejemplos de los que SÍ es y lo que NO es nepotismo en la empresa.

NO es favoritismo

  • Una empresa de informática contrata al hijo de un amigo del encargado. Sin embargo, es licenciado en ingeniería informática y ha pasado todas las pruebas de selección de personal como el resto de candidatos, sin tener el equipo de recursos humanos constancia de quién era.

SÍ es favoritismo

  • La misma empresa de informática contrata a la misma persona. Pero en este caso, solo lo ha hecho por una petición personal, sin evaluar sus capacidades para el puesto o incluso creando un puesto de trabajo donde “no moleste demasiado”.

Consejos para resolver el dilema ético del amiguismo y favoritismo

Estas recomendaciones son fundamentales para la responsabilidad social corporativa de una empresa y te pueden ayudar a evitar caer en el amiguismo y el favoritismo.

  • Crear unas políticas de contratación y promoción interna, claras, justas, que determinen claramente los criterios empleados y que sean conocidas por todos los trabajadores o candidatos.
  • Implantar estas políticas de selección de personal o promoción interna sin distinción alguna.
  • Aplicar políticas retributivas igualitarias y dentro de los límites competitivos de la empresa, sin favorecer a aquellas personas con las que exista un mayor grado de amistad o afinidad.
  • Evitar realizar recomendaciones a otros directivos o jefes de área para que contraten en sus departamentos a personas que son nuestros amigos o familiares.
  • Tratar de manera equitativa y justa a cualquier empleado, sin importar el grado de afinidad o relación personal, incluyendo en casos de despidos o resoluciones de contratos.

En definitiva, evitar el amiguismo y el favoritismo en la empresa privada es imprescindible en el marco del compliance y para respetar los principios del buen gobierno corporativo. Y además, también es fundamental para no perder talento por culpa de favores personales, y tener la posibilidad de contar con el mejor equipo profesional.