Es posible que en alguna ocasión hayáis oído o visto el término «desempleo cíclico», pero no tengáis muy claro a qué hace referencia este tipo de desempleo; en este artículo explicaremos qué es el desempleo cíclico, sus causas y en qué se diferencia del desempleo estacional, con el que es fácil confundirlo.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es el desempleo cíclico?
La definición técnica de desempleo cíclico nos dice que es el desempleo causado por las fluctuaciones de la actividad económica de un país. Es decir, el desempleo cíclico, también llamado coyuntural, es aquel que está causado por el ciclo económico en el que se encuentra la economía de un país en un momento determinado.
Para entenderlo mejor, debemos entender que la economía experimenta diferentes ciclos de crecimiento y de contracción, ciclos que vienen dados por una crisis, que puede incluso provocar una recesión económica, y por una posterior recuperación, en la que la economía vuelve a crecer y recuperar los niveles perdidos. Estos ciclos económicos son habituales en nuestro sistema capitalista actual y es inevitable que afecten a la tasa de empleo.
Así, la tasa de desempleo cíclico aumenta cuando la economía vive uno de esos momentos de crisis, puesto que es cuando se reduce la demanda y, por tanto, la producción, lo que puede provocar no solo la caída del empleo, sino también una situación de precariedad laboral mucho más aguda que en los momentos en los que la economía está en fase de crecimiento y recuperación.
Cuando la economía atraviesa esa etapa de crecimiento y recuperación, la tasa de desempleo cíclico se reduce, estando más cerca de lo que se denomina situación de pleno empleo, en la que la tasa de desempleo se considera normal, en la que el desempleo friccional es más habitual que el provocado por el despido de los empleados.
Cabe señalar que el desempleo cíclico puede darse junto a otros tipos de desempleo, como el desempleo estructural, pero lo que lo caracteriza es esa estrecha relación con el ciclo económico que atraviesa el país y la dificultad a la hora de determinar cuándo finalizará la etapa de crisis y comenzará la de recuperación.
Causas del desempleo cíclico
Las causas detrás del desempleo cíclico o coyuntural se derivan de los momentos de crisis y/o recesión que experimenta la economía de un país, por lo que no podemos hablar de causas concretas, ya que estas dependerán del contexto económico del país.
Pero con carácter general, el desempleo cíclico viene producido por una caída del poder adquisitivo de los consumidores, lo que a su vez provoca una reducción de la demanda y, por tanto, una caída en la producción, lo que lleva a que las empresas prescindan de los empleados que ya no son necesarios para alcanzar esos niveles de producción reducidos y, en consecuencia, sean despedidos.
Además, la situación tampoco favorece el encontrar trabajo nuevamente de forma más o menos rápida, como sí ocurre en una situación de desempleo normal. Es complicado encontrar trabajo cuando una sociedad experimenta una crisis y el desempleo cíclico causado por ella (salvo en determinados puestos muy cualificados), ya que los niveles de empleo no comenzarán a recuperarse, al menos, hasta que finalice la etapa de crisis y comience la de recuperación.
Ejemplos de desempleo cíclico
Tenemos dos ejemplos de desempleo cíclico muy recientes en España (y en el resto del mundo, porque las crisis que lo propiciaron fueron de carácter internacional); así, después del crecimiento económico que vivimos entre 1993 y 2007, vino una etapa de crisis propiciada, sobre todo, por la explosión de la burbuja inmobiliaria y de la concesión de préstamos hipotecarios de alto riesgo o «préstamos basura» en EE. UU. Esto llevó, en España, a una crisis que entre 2008 y 2013 provocó alcanzar los 6 millones de desempleados. Ese aumento del desempleo fue desempleo cíclico, aunque también estuvo presente el desempleo estructural, ya que muchos de los trabajadores afectados provenían del sector de la construcción, el que mayor impacto sufrió.
A partir de 2013 comenzó a vivirse una nueva etapa de crecimiento, en la que el paro fue reduciéndose paulatinamente. En 2022, el número de desempleados se había reducido a la mitad (3 millones).
Sin embargo, en 2020 íbamos a experimentar otra fase de crisis económica, esta propiciada por la pandemia de Covid-19, que afectó notablemente a la economía y que provocó el cierre de muchas empresas, lo que hizo subir la tasa de paro en 1% (del 15% de 2019 al 16%). Sin embargo, esta crisis ha sido más «breve» y los niveles comenzaron a recuperarse en 2021.
Aun así, la guerra de Ucrania y la sequía podrían provocar una nueva crisis en el futuro cercano y traer con ella un incremento de la tasa de paro y, por tanto, generar nuevo desempleo cíclico, puesto que la inflación (consecuencia de estos factores) provoca la reducción del gasto y el consumo y eso, como ya hemos dicho, reduce la demanda y la necesidad de mantener los mismos niveles de producción, lo que conduce a despedir a los trabajadores que ya no son necesarios.
¿Cómo se mide la tasa de desempleo cíclico?
La tasa de desempleo cíclico se mide como la diferencia entre la tasa de desempleo actual y la tasa de desempleo que sería de esperar en una situación de pleno empleo, y que se denomina desempleo natural
Así, para calcular la tasa de desempleo cíclico, restamos a la tasa de desempleo natural la tasa de desempleo actual. Si la tasa de desempleo actual es mayor que la natural, se considera que hay desempleo cíclico en el país.
Cabe señalar que no es fácil medir la tasa de desempleo cíclico porque pueden entrar en juegos diferentes factores, que no siempre es fácil de determinar y medir con precisión. En cualquier caso, siempre que hay una crisis o recesión económica, aparece el desempleo cíclico.
¿Desempleo cíclico y desempleo estacional son lo mismo?
A veces es fácil confundir el desempleo cíclico con el desempleo estacional, puesto que se tienden a confundir los conceptos de «cíclico» y «estacional» como si tuvieran un significado similar, pero lo cierto es que son dos tipos de desempleo diferentes y con distintas causas.
Ya hemos visto en los puntos anteriores lo que es el desempleo cíclico, ligado a los ciclos de la propia economía de un país. Por su parte, el desempleo estacional es aquel que afecta a determinados sectores durante el paso de una temporada a la siguiente, se caracteriza por temporadas de picos de empleo y temporadas con una tasa menor de empleo. Es el caso, por ejemplo, de los trabajos relacionados con el turismo en verano, navidades o semana santa, en las que se contrata a más personas para poder hacer frente a una demanda mayor.
En definitiva, el desempleo cíclico es un desempleo prácticamente inevitable, aunque todos los gobiernos promueven medidas e iniciativas para tratar de paliarlo en la medida de lo posible, que se produce siempre que la economía de un país entra en crisis o recesión y que disminuye cuando se supera dicha fase y se entra en una nueva etapa de crecimiento económico.