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CiberseguridadWiFi

¿Es legal instalar un inhibidor de wifi en mi empresa?

Un inhibidor WiFi es un aparato utilizado para bloquear las comunicaciones en la banda de frecuencias en las que funciona la conectividad WiFi. En internet se pueden encontrar numerosos modelos a la venta, o tutoriales de cómo hacer un inhibidor de frecuencia casero. Pero, ¿qué dice la ley al respecto? Es legal utilizar este tipo de dispositivos?

¿Qué es un inhibidor wifi?

Los inhibidores WiFi son herramientas cuya función es bloquear señales WiFi en un radio de acción determinado.

En lugar de bloquear uno o varios aparatos electrónicos para impedir que se comuniquen entre sí, lo que hace un inhibidor de frecuencias es crear interferencias, es decir, provocar ruido e información no útil para que la comunicación verdadera entre dispositivos quede opacada por información inútil.

Los inhibidores de señal empezaron a utilizarse para la intercepción y el bloqueo de comunicaciones en la 2ª Guerra Mundial, y su uso ha llegado hasta nuestros días.

Sin embargo, en muchas ocasiones algunos de sus usos más recientes han estado orientados a actividades ilícitas. Por ejemplo, es habitual emplearlos para bloquear las alarmas en las tentativas de robo.

En otros casos se han usado para evitar actividades poco lícitas, pero los resultados no han sido los esperados. Por ejemplo, algunas universidades los emplearon para evitar que los alumnos pudiesen copiar en los exámenes usando pinganillos que les permitían recibir información del exterior. El problema es que, en ocasiones, estos inhibidores de frecuencia tenían un radio de acción demasiado grande e interferían en otras comunicaciones.

En definitiva, un inhibidor de WiFi tiene la capacidad de bloquear las comunicaciones entre dispositivos que usan este tipo de conectividad, e incluso también pueden funcionar como inhibidor Bluetooth. Pero, ¿cómo funcionan? Y lo más importante: ¿son legales?

¿Cómo funcionan los inhibidores de frecuencias?

Las señales WiFi tienen asignada la banda de 2,4 GHz, con una amplitud de 100 MHz, es decir, llegan hasta los 2,5 GHz. Sin embargo, no todo este espectro se puede usar para el WiFi, ya que el uso de la última banda, la número 14, está prohibido en España y en toda Europa. Por tanto, el espectro real iría desde los 2,412 GHz hasta los 2,472 GHz.

Lo que hace un inhibidor de señal WiFi es, precisamente, interferir en las comunicaciones entre estas bandas de frecuencia. Para ello, crean el llamado ruido blanco, que consiste en saturar la frecuencia de información no válida (ruido) para evitar que la información real llegue a su destino.

Imaginemos una conversación entre dos personas en la que una tercera se dedica a gritar a gran volumen para impedir que los dos interlocutores puedan comunicarse entre sí. Pues este sería un símil de cómo funciona un inhibidor WiFi.

Su diseño es bastante sencillo, e incluso casi cualquiera con unas mínimas nociones podría fabricar un inhibidor WiFi casero. Cuentan con un oscilador que se encarga de generar la señal, un generador de ruido para crear las interferencias, un amplificador para potenciar la señal, y una antena (o varias) para la transmisión de dicha señal.

Tipos de jamming o ataques de interferencia

Existen inhibidores WiFi con distintos tamaños, con capacidad para barrer diferentes números de frecuencias o con alcance variable.

Pero, en general, estos jammers se suelen clasificar según las frecuencias que son capaces de interceptar. Así tenemos los llamados spot o los barrage.

Spot

Este tipo de inhibidor WiFi está diseñado para generar ruido que impida las comunicaciones dentro de una frecuencia específica.

Barrage

Los inhibidores tipo barrage son aquellos que son capaces de afectar simultáneamente a la comunicaciones entre diferentes bandas de frecuencias.

Utilizar un inhibidor de señal del lado de la seguridad

El uso de un inhibidor WiFi podría tener interesantes aplicaciones para empresas u otras instituciones del lado de la seguridad. Por ejemplo:

  • Impedir que terceros se puedan conectar a la señal WiFi, por ejemplo a través de dispositivos móviles.
  • Prevenir fugas o robos de información mediante la transmisión inalámbrica de datos hacia el exterior.
  • Dejar pocos canales de comunicación funcionales, evitando la creación de gemelos que pudieran dar lugar a la creación de redes de comunicación maliciosas.

Sin embargo, estas ventajas que un inhibidor WiFi podría aportar del lado de la seguridad, se ven empañadas por los riesgos o peligros que también puede suponer su uso.

Peligros de los inhibidores wifi

Uno de los peligros de un inhibidor 4G o 5G es que hay muchas alarmas en el mercado que todavía siguen siendo vulnerables a este tipo de ataques. Esto ha provocado que sea frecuente su uso con fines ilícitos, por ejemplo robos en empresas o domicilios particulares.

Por otro lado, resulta complicado saber con exactitud el radio de acción que puede tener un inhibidor WiFi. Es posible que sus efectos vayan más allá de lo que en principio se pretendía. Por ejemplo, imaginemos un inhibidor WiFi que está instalado en una universidad cuyo alcance entorpece las comunicaciones en los edificios adyacentes. O incluso que pueda crear interferencias en el canal de comunicación de las autoridades o instituciones públicas.

La pregunta del millón: ¿son legales los inhibidores de frecuencias?

La Ley 9/2014, de 9 de mayo, General de Telecomunicaciones establece que un inhibidor de frecuencia solo podrá ser usado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por las Administraciones Públicas, y exclusivamente con fines de seguridad.

Esta misma ley prevé sanciones de hasta 20 millones de euros (en caso de infracción muy grave) para aquellos que usen inhibidores de frecuencia de forma ilícita.

Asimismo, la Directiva 1999/5/CE adoptada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo señala literalmente que “los inhibidores de frecuencia, inhibidores de telefonía móvil, inhibidores de comunicaciones y todo tipo de inhibidores que interfieren, dificultan o entorpecen las comunicaciones, no pueden ser importados, puestos a la venta, llevar el marcado CE, ni pueden ser utilizados en todo el territorio español, salvo las excepciones que se señalan en la propia Directiva“.

Y por si fuera poco, un informe de la Unidad Central de Seguridad Privada del Ministerio de Interior refuerza lo señalado por las anteriores normativas, remarcando que “los dispositivos inhibidores de frecuencia sólo pueden ser usados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Administraciones Públicas autorizadas, por lo que, en la actualidad, todos aquellos que se estén utilizando fuera de esta excepción, y sin la autorización expresa de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, se encuentran al margen de la legislación vigente, pudiendo aplicarse, en consecuencia, previa denuncia, el correspondiente régimen sancionador por parte del organismo competente”.

En definitiva, queda claro que los inhibidores WiFi NO SON LEGALES. Y no solo está prohibido su uso, sino también su puesta a la venta, importación o certificación CE.

Si quieres más información sobre seguridad en redes WiFi, puedes consultar nuestros artículos sobre el botón WPS en routers, o sobre cuál es la clave de seguridad de red.