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Igualdad

Estereotipos de género en los medios de comunicación

Pese a los avances hechos y los cambios que poco a poco se han ido produciendo en ellos, los estereotipos de género todavía siguen presentes en los medios de comunicación. La representación de mujeres y hombres en los medios es diferente, tanto en la imagen que se proyecta de ellos como en la cantidad y la calidad. Cómo veremos en este artículo, ellos todavía tienen una mayor presencia en los contenidos de los medios, sean estos noticiosos o de entretenimiento, mientras que ellas aparecen menos y, cuando lo hacen, su relevancia o importancia suele ser menor u ocupar una posición secundaria.

¿Emplean los medios de comunicación estereotipos de género?

La respuesta a esta pregunta es sí, todavía podemos encontrar estereotipos de género en los medios de comunicación, entendiendo por medios de comunicación televisión, prensa, radio y medios digitales (periódicos, blogs e incluso redes sociales).

Aunque los estereotipos no tienen por qué ser negativos o tener connotaciones negativas, a fin de cuentas, son parte de los atajos que emplea el cerebro humano para analizar la realidad en un entorno desconocido, lo cierto es que muchas veces, lo simplista de los estereotipos conduce a la creación de prejuicios y a la discriminación, especialmente cuando estos estereotipos se interiorizan y crean sesgos inconscientes.

Los estereotipos de género no se libran de este problema y en muchas ocasiones esa simplificación de la realidad en cuanto al género (que es una construcción cultural y social), conduce a discriminar a las mujeres y a perpetuar una visión de la realidad basada en supuestas diferencias basadas en la biología, pero que en realidad tienen su base en las construcciones que la cultura y la tradición han hecho sobre el género.

Así, los estereotipos de género afectan a los medios de comunicación en una doble vertiente; por un lado, son responsables, en parte, de que aún hoy la presencia de las mujeres en los medios sea menor que la de los hombres (especialmente en prensa escrita) y que ocupen menos puestos directivos en los medios, pese a que hay más mujeres graduadas en periodismo que hombres. Y, por otro lado, los medios de comunicación perpetúan ciertos estereotipos y roles de género asociados tradicionalmente a la mujer que la colocan dentro de la esfera privada y doméstica y casi siempre al servicio de otros.

Los estereotipos de género en los medios de comunicación los podemos encontrar en contenidos de todo tipo, desde noticias, pasando por la opinión hasta contenidos de entretenimiento, como películas y series de televisión. Pese a que el papel y la presencia de la mujer y los roles que desempeña en unos y otros contenidos ha cambiado y evolucionado con el tiempo, gracias en gran medida a la aplicación de los principios de la comunicación con perspectiva de género, los medios tienden a resistirse al cambio y todavía queda mucho por hacer para poder decir que los estereotipos de género negativos ya no aparecen en ellos.

La imagen de la mujer en los medios de comunicación

Lo habitual hasta que la igualdad de género y el sexismo han ganado fuerza y presencia en el debate social, era presentar una imagen de la mujer en los medios de comunicación sexualizada, dependiente, sumisa, dentro del ámbito privado o la esfera doméstica y con pocos papeles protagonistas.

Así lo confirmó una investigación realizada por ONU Mujeres en 2019, con motivo del 20 aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, en la que se instó ya a los medios de comunicación a llevar a cabo acciones y medidas que apoyaran la promoción de las mujeres y de la igualdad. O el estudio, también realizado con el apoyo de ONU Mujeres, del Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios sobre personajes femeninos en películas (este de 2014).

Estas investigaciones dejaban las siguientes cifras:

  • El 46% de las noticias (en medios impresos y en televisión) promueven estereotipos de género.
  • Solo un 6% de los contenidos noticiosos inciden sobre igualdad de género.
  • Solo el 30,9% de los personajes de ficción con líneas de diálogo son mujeres.
  • Solo el 22,5% de la fuerza laboral ficticia que aparece en películas son mujeres.
  • En los géneros de acción y aventura, solo el 23% de personajes con líneas de diálogo son mujeres.
  • Las mujeres constituyen el 7% de los directores, el 19,7% de los guionistas y el 22,7 % de los productores en la muestra del estudio.
  • Las jóvenes y las mujeres tienen el doble de posibilidades que los hombres de aparecer vestidas con ropas sugestivas, parcialmente desnudas o ser delgadas. Es decir, las jóvenes y las mujeres tienen más posibilidades de ser sexualizadas.
  • Las adolescentes (de 13 a 20 años) tienen la misma probabilidad de aparecer sexualizadas que las jóvenes (de 12 a 39 años).

Pese a que se han hecho algunos avances, algunas de estas cifras no han variado significativamente en los últimos años y eso conlleva a que la presencia de estereotipos de los medios de comunicación todavía sigue vigente.

Estereotipos de género en los medios de comunicación

¿Qué estereotipos de género hay en los medios de comunicación?

Con carácter general, hasta no hace mucho, la imagen predominante de la mujer en los medios de comunicación se circunscribía al ama de casa o a la madre o la profesional que también es madre, es decir, imágenes basadas en los estereotipos y roles de género tradicionalmente asociados con la mujer, como es el ámbito doméstico y la crianza y cuidado de los hijos (el rol de reproductora frente al rol productor del hombre). Si a estos estereotipos de la mujer cuidadora se le suma el hecho de ser también trabajadora, encontramos el estereotipo de la mujer «superwoman», capaz de afrontar sus responsabilidades profesionales, pero sin descuidar el hogar y los hijos.

En el ámbito informativo, estos estereotipos siguen presentes, puesto que pocas veces las mujeres son invitadas como expertas para tratar temas que no estén relacionados con el género, un hecho que, afortunadamente está cambiando, tal y como recoge el proyecto Monitoreo Global de Medios (GMMP) en su informe Who Make the News, que analiza muestras de contenidos noticiosos en los medios de comunicación globales cada cinco años y que en su último informe publicado en 2021, establecía que la categoría de fuente experta las mujeres habían pasado del 9% al 34%, una señal de que las cosas, poco a poco, van cambiando.

Aun así, de acuerdo a este estudio, la representación mayoritaria de la mujer en los contenidos analizados la presentan como ama de casa en el 75% de las veces y como desempleada en el 60%.

Si nos vamos al entretenimiento, en especial a series y películas, lo cierto es que no nos hace falta recurrir a las cifras de ningún estudio para comprobar que el papel de la mujer, hasta hace relativamente poco tiempo (y sin contar excepciones notables) ha sido el de personaje secundario, no siempre de coprotagonista, y como el interés romántico del protagonista masculino, en muchas ocasiones en el denominado papel de damsel in distress («damisela en peligro»), a la que el protagonista acababa salvando.

Y esto solo haciendo referencia a los estereotipos de género centrados en mujeres blancas y heterosexuales; si abrimos el abanico hacia otras realidades para mujeres de otras razas, etnias, culturas o religiones, de otras orientaciones sexuales, con discapacidad, etc., nos encontraríamos otra miríada de estereotipos que acaban conduciendo a prejuicios y discriminaciones muy presentes en la sociedad.

¿Refuerzan los medios los estereotipos de género?

Los medios de comunicación son agentes socializadores, ya que, aunque su función no sea principalmente socializar, sí que sugieren y proponen ideales, valores y modelos a seguir tanto de hombres como de mujeres, por lo que también tienen un papel fundamental en la socialización de niños y adolescentes.

Por lo tanto, sí, los medios de comunicación pueden reforzar los estereotipos de género, especialmente en aquellos individuos que todavía se están formando, de ahí la importancia de valorar qué estereotipos salidos de los medios de comunicación calan en adolescentes y en niños y en qué medida.

Además, los estereotipos de género aún tienen potencial para influir en adultos, perpetuando ciertos mensajes e ideas, que calan en la sociedad y en el colectivo cultural. Como ya dijimos más arriba, los estereotipos de género, a base de repetición, se acaban interiorizando como sesgos de género, lo que conduce a acabar viendo ciertas cosas como normales y «que siempre han sido así»; por ejemplo, hasta hace muy poco, apenas había periodistas deportivas con presencia en medios, porque la idea siempre había sido que el deporte era cosa de hombres, pioneras como Paloma del Río, María Escario u Olga Viza han explicado en su momento lo que supuso ir abriendo el camino en esta especialidad.

Por lo tanto, los medios de comunicación también tienen el potencial de romper los estereotipos de género o construir estereotipos menos negativos, que ayuden a promover la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. Lo hemos visto hacer con la violencia de género en los medios de comunicación, cómo, con los años, la perspectiva sobre la violencia dentro de la pareja ha ido cambiando en los medios y, desde y a través de ellos, en la sociedad (que la sociedad sea más crítica con este tipo de violencia y que ya no se considere algo de la esfera privada de las personas, es fruto de ese cambio).

Los medios, a través de sus diferentes plataformas y contenidos, tienen el poder de dar forma a nuestro mundo, de promover el pensamiento crítico (algunos con más acierto que otros, eso es cierto) y de dar contexto a la realidad que viven las mujeres en todo el mundo, así como a crear nuevas imágenes de mujer, donde esta ocupe papeles protagonistas (una tendencia en crecimiento), no aparezcan sexualizadas, donde se les dé voz a las expertas de diferentes campos, especialmente en los relacionados con las ciencias y la tecnología (donde todavía están infrarrepresentadas), donde ocupen con voz propia la esfera pública en todos sus ámbitos (económico, político, cultural, deportivo, etc.), en definitiva «construir» una realidad en la que las mujeres ocupen los mismos espacios y roles que los hombres y viceversa (porque los estereotipos de género también afectan de forma negativa a los hombres, plasmando una imagen del hombre que cada vez se aleja más de las nuevas masculinidades).

Estereotipos de medios de comunicación

¿Por qué persisten los estereotipos de género en los medios de comunicación?

Ya lo dijimos más arriba, los medios de comunicación tienden a resistirse al cambio, cuando una fórmula funciona, les cuesta cambiarla y eso ha contribuido a que los estereotipos de género se sigan perpetuando en el tiempo. Además, los propios medios no son ajenos a la construcción cultural y social que proviene de otras fuentes y herencias tradicionales, por lo que ellos también pecan de repetir sesgos de género muy arraigados.

El cambio en los medios, menos en los medios digitales no tradicionales en Internet, suele ser lento e ir un paso por detrás de los cambios que se van produciendo en la sociedad o, al menos, de sus demandas, por lo que no hemos podido apreciar un cambio real del papel, rol e imagen de la mujer en los medios de comunicación hasta la última década del siglo XX y las dos primeras del XXI. A ello también ha contribuido que haya una mayor presencia de mujeres en los propios medios de comunicación, aunque, como ya señalamos, estas aún enfrentan un techo de cristal que las aleja de posiciones de dirección y responsabilidad.

¿Cómo pueden los medios de comunicación eliminar los estereotipos de género?

Los medios de comunicación pueden eliminar los estereotipos de género tomando conciencia de ellos, es decir, dándose cuenta de cuándo los usan y en qué medida plasman o no una realidad de la sociedad.

Una de las soluciones es recurrir al enfoque de género, de la misma forma que en que lo hace la publicidad con perspectiva de género, donde se tiene en cuenta la realidad de las mujeres. Una forma de conseguirlo es incluir más mujeres en las plantillas de los medios de comunicación (aquellos medios con más diversidad entre sus empleados y cargos directivos, son los que más diversidad e inclusión a su vez reflejan en sus contenidos, alcanzado y fidelizando audiencias a las que de otra forma no llegarían).

También se puede acabar con ciertos estereotipos de género empleando un lenguaje inclusivo y no sexista, puesto que cómo transmitimos los mensajes también importa; ¿por qué decir «los médicos y las enfermeras» cuando se puede decir «los profesionales sanitarios»? ¿Por qué referirse a una profesional como la «mujer de» en vez de hablar solo de ella? O ¿por qué referirnos a ellos por su apellido y a ellas por su nombre de pila? ¿Por qué invisibilizar a la mitad de la población usando el masculino genérico?

Recurrir a planes, políticas o buenas prácticas de igualdad que no solo se queden en la gestión de la plantilla, sino que permeen de forma transversal a todo el medio, incluidos los contenidos, los mensajes y la forma en que se plasma a mujeres y hombres en ellos.

Plan de Igualdad para empresas

En definitiva, se trata de eliminar de los medios de comunicación aquellos estereotipos de género negativos que conducen a los prejuicios y la discriminación y fomentar o incluso construir aquellos que fomenten y promuevan la igualdad.