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IgualdadLaboral

Protocolo de conciliación vida familiar y laboral

Una de las formas para mejorar la igualdad en la empresa, y en la sociedad, es la promoción y facilitación por parte de las empresas de la conciliación de la vida familiar y laboral. Pero para poder hacerlo de manera adecuada y sin crear posibles nuevos conflictos laborales, es necesario elaborar un protocolo de conciliación vida familiar y laboral; en las siguientes líneas explicaremos todo lo que necesitáis saber sobre él.

¿Qué es el protocolo de conciliación vida familiar y laboral?

El protocolo de conciliación vida familiar y laboral es una «herramienta» elaborada por la empresa, idealmente hecha en conjunto con la representación legal de las personas trabajadoras, para organizar y gestionar una serie de medidas destinadas a facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral de los empleados y empleadas de la empresa.

El protocolo de conciliación vida familiar y laboral toma forma en un documento que se debe poner a disposición de toda la plantilla y que debe respetar la igualdad de trato entre todos sus miembros, para garantizar que todas las personas podrán, cuanto menos, solicitar las medidas de conciliación que se recogen en él según sus necesidades personales.

El protocolo de conciliación vida familiar y laboral es, también, el documento en el que se concretan las medidas del plan de conciliación y puede o no formar parte del plan de igualdad de la empresa, es decir, puede estar incluido dentro de este como una medida más para promover y lograr la igualdad entre mujeres y hombres, o la empresa puede haber hecho el protocolo de forma independiente (especialmente en empresas que no tienen obligación de implementar el plan de igualdad).

¿Es obligatorio hacer el protocolo de conciliación vida familiar y laboral en la empresa?

No, el protocolo de conciliación vida familiar y laboral no es obligatorio para las empresas (ni siquiera para las que deben realizar el plan de igualdad, aunque incorporar medidas que faciliten la conciliación es una forma de promover la igualdad), sin embargo, se recomienda su elaboración, ya que puede ayudar a las empresas a gestionar de una forma más ordenada y menos conflictiva los derechos de conciliación.

Además, en algunas comunidades autónomas, como Valencia y País Vasco, tener un protocolo de conciliación vida familiar y laboral es un requisito obligatorio para poder presentarse a determinadas licitaciones públicas, por lo que, aunque ni la normativa laboral ni la de igualdad especifiquen la creación de este tipo de protocolos de manera obligatoria, hay que tener en cuenta que algunas leyes autonómicas si pueden contemplarlo bajo determinadas circunstancias.

Cabe señalar que, si bien tener un protocolo de conciliación vida familiar y laboral no es obligatorio, sí que hay medidas de conciliación que las empresas deben poner a disposición de sus trabajadores contempladas en la legislación laboral (como, por ejemplo, los permisos de maternidad y paternidad, la reducción de jornada por cuidados o las excedencias). La existencia de un protocolo de conciliación vida familiar y laboral ayudará, como decíamos, a tener una mejor gestión de esas medidas de conciliación de la normativa.

Plan de Igualdad para empresas

¿Para qué sirve el protocolo de conciliación vida familiar y laboral?

Como decíamos, el protocolo de conciliación vida familiar y laboral sirve, sobre todo, para que la empresa pueda realizar una mejor gestión de las medidas de conciliación laboral y familiar puestas a disposición de su plantilla, sean estas medidas fruto de la negociación colectiva o de la tradición y costumbre de la empresa (algo bastante habitual) o de la negociación entre empresa y persona trabajadora.

Gracias al protocolo de conciliación vida familiar y laboral, empleador y personas trabajadoras conocen en todo momento las medidas de conciliación que están disponibles y cuándo y cómo deben solicitarse y qué condiciones llevan asociadas. De esa manera se facilita todo el proceso de solicitud y concesión o denegación de la medida (siempre que dicha medida no sea una de las que la ley contempla como obligatoria).

Así mismo, se establecen unos términos más justos y equitativos para que toda la plantilla pueda solicitar medidas de conciliación y se pueden evitar posibles conflictos entre miembros de la plantilla.

El protocolo de conciliación vida familiar y laboral también puede servir para fomentar la igualdad, en el sentido de que la empresa puede promover entre los trabajadores que soliciten estas medidas, para que no solo sean las trabajadoras las que más se acojan a ellas (lo que suele incidir en la brecha salarial y las oportunidades de promoción).

protocolo de conciliación vida familiar y laboral

Cómo elaborar un protocolo de conciliación vida familiar y laboral

El protocolo de conciliación vida familiar y laboral puede hacerlo la empresa de forma unilateral, eligiendo la dirección las medidas de conciliación y el procedimiento y condiciones para solicitarlas y concederlas, puesto que está dentro de su potestad de organización. Sin embargo, es recomendable contar con la representación legal de las personas trabajadoras en su elaboración, ya que de esa forma el protocolo estará más adaptado a las necesidades reales de la plantilla.

En cualquier caso, las medidas que se incluirán en el protocolo deben partir de un análisis de las necesidades de la empresa y de la plantilla, para que estas estén alineadas (este análisis forma parte del plan de conciliación). Una vez decidas las medidas de conciliación y los cauces para su solicitud, lo siguiente es elaborar el protocolo de conciliación vida familiar y laboral en sí, para ello, seguiremos esta estructura:

  • Compromisos y principios de la empresa: En el preámbulo del protocolo debe recogerse la razón de crear el protocolo (compromisos de la empresa con la conciliación familiar y laboral) y los principios en los que se ampara la elaboración del protocolo (como pueden ser la buena fe y la transparencia, la igualdad de trato, la proporcionalidad, etc.).
  • Medidas de conciliación puestas a disposición de las personas trabajadoras: En este apartado deben recogerse todas aquellas medidas de conciliación que dispone la empresa para su plantilla. Así mismo, se deben describir en qué consisten dichas medidas y cuáles son los requisitos y condiciones para solicitarlas.
  • Procedimiento para solicitar las medidas de conciliación: Se debe describir de forma clara y concisa cómo es el procedimiento de solicitud y a través de qué vías debe realizarse. También se establecerán los plazos para negociar la medida solicitada entre la empresa y la persona trabajadora y para que la empresa dé su respuesta (este plazo no debería ser superior a 30 días). La respuesta de la empresa será:
    • Afirmativa, concediendo la solicitud.
    • Puede plantear una medida alternativa, que se amolde mejor a las necesidades de empresa y persona trabajadora.
    • Negativa, en cuyo caso debe argumentar por qué no se concede la solicitud de la medida.

Así mismo, el protocolo también debería incluir un mecanismo extrajudicial para mediar cuando surjan discrepancias entre la empresa y una persona trabajadora a la hora de solicitar una medida de conciliación y que esta no le sea concedida. Esta mediación extrajudicial debe ser aceptada por ambas partes y, en cualquier caso, no evitaría, si no se llegara a un acuerdo, que la persona trabajadora recurra la vía judicial, a través de la jurisdicción social para resolver el conflicto.

Finalmente, el protocolo de conciliación vida familiar y laboral debe ponerse en conocimiento de toda la plantilla, para que todos sus miembros conozcan las medidas de conciliación a su disposición y cómo solicitarlas.

Beneficios de realizar el protocolo de conciliación vida familiar y laboral para la empresa

Contar con un protocolo de conciliación vida familiar y laboral puede aportar, aparte de la ya mencionada mejor gestión de las medidas de conciliación, los siguientes beneficios a la empresa:

  • Ayuda a evitar conflictos entre la plantilla, puesto que establece unas normas claras respecto a la solicitud y concesión de medidas de conciliación.
  • Contribuye a mejorar el clima laboral y a obtener un mayor compromiso de la plantilla.
  • Disminuye el absentismo laboral.
  • Puede usarse como medida para fomentar la igualdad en la empresa, especialmente al promover la solicitud de estas medidas entre la plantilla masculina.
  • Puede contar como requisito para la concesión de subvenciones o licitaciones públicas.

En definitiva, el protocolo de conciliación vida familiar y laboral es una herramienta que cualquier empresa que quiera gestionar mejor las medidas de conciliación debe elaborar y aplicar. Además, para empresas obligadas a tener un plan de igualdad, este protocolo deberá formar parte de sus medidas para la mejora y fomento de la conciliación familiar y laboral y promover la igualdad. Por ese motivo, es recomendable que para su elaboración se cuente con personal o asesoramiento especializado en materia de igualdad.

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