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Cómo elaborar un plan de conciliación laboral, familiar y personal

Facilitar la conciliación laboral, familiar y personal es una de las medidas que deben formar parte del plan de igualdad, ya que contribuyen al fomento de la corresponsabilidad y, por tanto, de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. La herramienta a la que pueden recurrir las empresas para ello es el Plan de Conciliación.

¿Qué es un plan de conciliación?

El plan de conciliación es un documento en el que se recogen todas las medidas que existen en la empresa, puestas a disposición de toda su plantilla para poder llevar a cabo la conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Es decir, se trata de una herramienta a través de la cual, la empresa pone a disposición de sus empleados una serie de medidas que pueden solicitar para que les resulte más fácil conciliar su vida laboral con su vida personal.

Algunas de estas medidas para la conciliación laboral son obligatorias por ley, como por ejemplo, los permisos retribuidos de maternidad y paternidad, las vacaciones o los permisos por fallecimiento, accidente o enfermedad de parientes hasta segundo grado, así como los permisos no retribuidos, como la reducción de jornada para el cuidado de menores de 12 años o las excedencias.

Pero las empresas también pueden adoptar otras medidas para incluir en el plan de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, con las que se amplíen aquellas a las que obliga la normativa.

¿Deben las empresas tener un plan de conciliación?

Aunque la ley no obliga per se a que las empresas tengan elaborado un plan de conciliación laboral y familiar, ya hemos visto que algunas de las medidas que debe incluir sí son obligatorias. Además, como ya indicamos en la introducción, facilitar la conciliación es una de las áreas de actuación que debe incluir cualquier plan de igualdad.

Por lo tanto, podemos decir que cualquier empresa comprometida con la igualdad (tanto si tiene obligación de tener plan de igualdad como si no), debería tener elaborado un plan de conciliación y ponerlo a disposición de su plantilla.

Plan de Igualdad para empresas

Cómo elaborar un plan de conciliación para la empresa

Elaborar un plan de conciliación para la empresa consta de tres fases y es recomendable contar para ello con asesoramiento o ayuda de personal con formación especializada, incluida formación en igualdad, para asegurar que las medidas escogidas son adecuadas para todos los miembros de la empresa (recordemos que se trata de que todos los empleados y empleadas puedan disfrutar de una mejor gestión de sus tiempos, tanto en el trabajo como fuera de este, permitiéndoles ocuparse de sus responsabilidades familiares, pero también disfrutar de su tiempo de ocio).

Cómo elaborar un plan de concilación

Identificar necesidades

El primer paso para la elaboración del plan de conciliación es el más importante, porque de él dependerán las medidas que se pondrán a disposición de la plantilla.

Se trata de identificar las necesidades de conciliación existentes en la empresa, es decir, saber qué necesitan nuestros trabajadores y trabajadoras para poder conciliar su vida profesional con su vida familiar y personal.

Para llevar a cabo esta fase y determinar esas necesidades, elaboraremos un diagnóstico en el que se recogerán datos cuantitativos, así como datos cualitativos, obtenidos de entrevistas individuales y grupos de discusión. De los datos obtenidos, se realizará un análisis y se obtendrán conclusiones con las que podremos pasar a la siguiente fase.

 

Establecer medidas

La información obtenida en la fase anterior nos servirá para determinar qué medidas de conciliación son más adecuadas para la empresa, en función de sus características, y las necesidades de su plantilla.

Existen diferentes medidas que cada puede empresa puede aplicar en base a las conclusiones extraídas del diagnóstico, pero, de forma general, podemos clasificarlas en los siguientes tipos:

  • Medidas que amplían y mejoran la normativa: Se trata de establecer medidas que mejoren aquellas que ya vienen obligadas por ley, como son los permisos y excedencias. Por ejemplo, se pueden alargar los períodos de permiso por maternidad, paternidad o lactancia.
  • Medidas de flexibilidad horaria y del espacio de trabajo: Son medidas orientadas a ofrecer flexibilidad horaria para que los trabajadores y trabajadoras puedan compatibilizar mejor sus responsabilidades y su tiempo de ocio con su tiempo de trabajo. Por ejemplo, tener una hora de entrada o salida flexible, trabajar por objetivos o permitir el teletrabajo o tener un banco de horas.
  • Medidas para acercar los servicios de cuidados de personas dependientes: Estas medidas tienen como finalidad acercar y, en ocasiones, facilitar los servicios de cuidados de personas dependientes a los trabajadores. Un ejemplo de ello serían las ayudas económicas para guarderías dadas por la empresa.
  • Otras medidas para facilitar la conciliación: Son medidas adoptadas por la empresa de forma interna, que muestran el compromiso de esta con la conciliación y que tienen como objetivo mejorar la calidad laboral de todo el personal. Por ejemplo, realizar la formación en horario laboral, no tener reuniones fuera del horario de trabajo o por las tardes, o, si es posible, acercar el centro de trabajo al domicilio del empleado o empleada.
  • Medidas que mejoran la calidad de vida de la plantilla: Son medidas de diversa índole, con las que la empresa puede mejorar la calidad de vida de su personal. Algunos ejemplos, beneficios sociales, cheques de comida o recursos para el ahorro de tiempo.

Informar a la plantilla

La última fase, una vez elegidas y establecidas las medidas de conciliación del plan, es comunicarlo a toda la plantilla, de manera que trabajadores y trabajadoras sepan qué recursos y medidas están a su disposición en todo momento, además de fomentar el uso de las mismas. No se trata solo de redactar el documento, sino de que el personal lo conozca y sepa que tiene derecho a hacer uso de estas medidas cuando sea necesario.

También es recomendable implantar un proceso de seguimiento y evaluación del plan de conciliación, para comprobar su impacto, el uso que se hace de las medidas y si es necesario actualizarlas con el tiempo, para que se adecuen a posibles nuevas necesidades del personal.

Beneficios de implantar un plan de conciliación en la empresa

Implantar un plan de conciliación no solo ayudará a la empresa a cumplir con las obligaciones requeridas por la normativa vigente al respecto, sino que también aportará una serie de beneficios tanto a la propia empresa como a la plantilla, como son:

  • Mejora del clima laboral
  • Aumento de la satisfacción del personal
  • Mayor motivación
  • Disminución de ciertos conflictos laborales
  • Atracción y retención del talento
  • Como consecuencia de lo anterior, reducción en costes de reclutamiento
  • Mayor compromiso de la plantilla
  • Mejor rendimiento del personal e implicación de este en los objetivos empresariales
  • Aumento de la productividad
  • Disminución del absentismo
  • Mejora de la imagen y reputación de la empresa

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