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Peligros de Internet ¿Cuáles son y cómo evitarlos?

Internet, como el mundo físico, no está exento de peligros, tanto para adultos como para adolescentes y niños; el uso de internet está lleno de ventajas y beneficios, pero también entraña riesgos que debemos conocer para poder evitar y protegernos ante ellos. Y si tenemos niños o adolescentes en casa, aun con más razón. En este artículo repasamos los principales peligros de internet que podemos encontrar mientras navegamos o hacemos uso de sus diferentes servicios y plataformas, y cómo evitarlos.

¿Cuáles son los principales peligros de internet?

Como decíamos, internet es una herramienta que nos ha traído numerosos beneficios (conectividad, acceso a diversos contenidos, acceso a más fuentes de información y conocimiento, comunicaciones instantáneas, etc.), pero también entraña una serie de peligros de los que todo usuario debe ser consciente, para poder evitarlos.

Particulares, empresas, organizaciones públicas y privadas, adultos, adolescentes y niños pueden encontrarse con relativa facilidad con uno o varios de estos peligros en internet, cuyas consecuencias pueden llegar a ser muy graves (y no solo hablamos de pérdidas económicas, sino también relacionadas con la salud y el bienestar de las personas).

En este blog ya hemos hablado en otros artículos de algunos de estos peligros de internet, como, por ejemplo, el peligro en las redes sociales o determinadas estafas online, por lo que a continuación repasaremos los principales y más habituales peligros de internet a los que nos podemos enfrentar.

– Malware

El malware o software malicioso, del que existen infinidad de tipos (troyanos, virus, spyware, keyloggers, ransomware, adware, gusanos, etc.), es uno de los peligros a los que más expuestos estamos al usar a internet. Estos programas dañinos pueden llegarnos a través del correo electrónico, en forma de un archivo adjunto para descargar, o de un enlace en una red social o chat de WhatsApp, incluso descargarse a nuestro ordenador sin necesidad de que hagamos click en ningún sitio. Y su objetivo, muchas veces, es hacerse con el control de nuestro equipo, nuestra información personal o introducirse en la red interna de una empresa para hacerse con información confidencial o llevar a cabo otro tipo de ataques.

Para los usuarios particulares pueden suponer todo un quebradero de cabeza, pero para las empresas y las entidades públicas puede suponer no solo la pérdida y exfiltración de información confidencial y valiosa, sino también pérdidas económicas y de reputación.

– Hacking malicioso

En línea con lo anterior, por ser parte de las herramientas que emplean para alcanzar sus objetivos, tenemos a los hackers maliciosos. Este tipo de cibercriminales se introducen en los equipos personales de particulares y empresas o entidades públicas, para robar datos, dañar la infraestructura o los sistemas operativos, bloquear un servicio, robar identidades, llevar a cabo extorsiones, etc.

El hacking malicioso explota vulnerabilidades en hardware y software, pero también en los malos hábitos de los usuarios (uso de contraseñas débiles, ingeniería social, poca precaución a la hora de descargar contenidos, etc.).

– Robo de contraseñas

El robo de credenciales es otro de los peligros de internet que podemos enfrentar más o menos a diario, especialmente llevado a cabo a través de ataques de phishing, donde los atacantes, a través de técnicas de ingeniería social y uso de webs falsas o fraudulentas que imitan a las reales, intentan hacerse con las contraseñas de nuestras cuentas, para hacerse con el control de las mismas y todo lo que eso conlleva, desde la pérdida de la cuenta, el acceso a datos privados, hasta posibles pérdidas económicas.

– Suplantación de identidad

Una de las consecuencias del robo de contraseñas es la suplantación de identidad, cuando esta se produce a través del robo de cuentas o perfiles en redes sociales. La suplantación de identidad puede no solo crearnos problemas de reputación (si quien se hace pasar por nosotros comienza a publicar contenidos nocivos o tóxicos), sino también poner en riesgo la información personal que tengamos en las cuentas o perfiles robados.

Además, la suplantación de identidad también puede causarnos problemas legales, ya que no en pocas ocasiones se emplea este método para cometer otros delitos o estafas, quedando estos, aparentemente, a nuestro nombre.

– Fake news

Las noticias falsas o fake news son también un riesgo de internet, por lo nocivas que pueden llegar a ser al crear tensión, transmitir mensajes de odio, manipular a la gente, etc. Estos bulos, además, pueden dañar la reputación de personas o instituciones, crear alarma social respecto a un tema o contaminar la opinión pública.

– Ciberacoso

El ciberacoso es el acoso llevado al entorno digital, donde la víctima está expuesta 24/7 a los ataques de sus acosadores. La diferencia con el ciberacoso es que el daño no es tanto físico como psicológico, ya que, especialmente a través de redes sociales, se insulta, humilla, amenaza o se difunde información falsa sobre la víctima, que en ocasiones se hace viral y trasciende el ámbito más cercano a esta, involucrándose completos desconocidos en la campaña de ciberacoso.

El ciberacoso puede llegar a tener consecuencias terribles para sus víctimas, llevándolas, en los casos más extremos, al suicidio.

– Sextorsión

Muy relacionado con el ciberacoso, porque en ocasiones forma parte de él, tenemos la sextorsión, que es el chantajear a la víctima con la publicación de imágenes íntimas o de índole sexual en internet o redes sociales, si esta no accede a hacer lo que su extorsionador le pida.

En muchos casos, la sextorsión es fruto de rupturas de pareja o del intercambio de imágenes íntimas a través del denominado sexting.

– Pérdida de tiempo

Especialmente relacionado con las redes sociales, pero no exclusivo de ellas, la pérdida de tiempo es otro de los riesgos de internet. El scroll infinito (desplazarse hacia abajo en la pantalla para ver más contenidos o noticias) puede llevarnos a perder más que minutos, horas de nuestros días (a veces incluso durante el horario laboral, lo que repercute en nuestra productividad y puede poner en riesgo nuestro puesto de trabajo).

Lo mismo podemos aplicar al consumo de vídeos cortos en diferentes plataformas o la continua búsqueda de información en la Red.

– Adicción

Internet crea adicción, especialmente las redes sociales, así lo vienen demostrando diferentes estudios. Esa necesidad de estar conectados en todo momento y conocer las últimas novedades de las personas que seguimos, provoca en algunas personas que cuando esa conexión se pierde, se sientan aisladas y les puede generar ansiedad.

– Estafas económicas

Las estafas económicas a través de internet son otros de sus riesgos más habituales; tiendas online fraudulentas, promociones falsas, cartas nigerianas en versión digital, compradores falsos, vendedores falsos, etc. Nadie está exento de ser objetivo de alguna de las estafas online que circulan por la Red.

Peligros de internet para adolescentes y niños

Muchos de los peligros que hemos visto en el punto anterior también son peligros de internet para adolescentes y niños, a los que además hay que sumar algunos que particularmente los fijan a ellos como objetivo o son más susceptibles de sufrir.

– Grooming

El grooming es uno de los peligros a los que los menores pueden estar más expuestos cuando navegan o usan aplicaciones de juego o mensajería sin supervisión de un adulto. Esta técnica consiste en que un adulto crea un perfil falso para tratar de engatusar a un menor e ir ganándose su confianza, con el objetivo final de conseguir imágenes de contenido sexual del menor e incluso lograr un encuentro real entre ambos.

– Pérdida de intimidad

Los jóvenes comparten gran parte de su día a día en redes sociales, lo que puede derivar en una pérdida de intimidad y sobreexposición del menor (en ocasiones, los culpables de esto pueden ser los mismos padres, en lo que denominamos sharenting). Los menores no llegan a ser conscientes de lo lejos y a cuánta gente puede llegar lo que publican en internet y los riesgos inherentes a ellos.

– Acceso a contenidos inapropiados

Acceder a contenido inapropiado está a tan solo uno o dos clicks de distancia para adolescentes y niños; desde contenido violento, pasando por salones de juego online, hasta contenido pornográfico.

– Adicción a las redes sociales

Ya lo adelantábamos más arriba, pero la adicción a las redes sociales es uno de los principales peligros de internet para los adolescentes, que pueden llegar a pasar horas navegando por estas plataformas, abandonado otras actividades o relacionándose solo a través de ellas.

– Distorsión de la realidad

En línea con lo anterior, otro de los riesgos que trae aparejado internet para los menores, es la distorsión de la realidad, puesto que la mayoría de ellos no saben diferenciar entre contenidos preparados para su publicación, de la realidad fuera de estas plataformas.

– Alteración de hábitos

La adicción tiene como consecuencia la alteración de hábitos, especialmente del sueño y del abandono de otras actividades, como pueden ser el deporte o la interacción con otros niños y adolescentes fuera de internet. Esta alteración de hábitos puede provocar consecuencias en la salud de los menores.

¿Cómo evitar los peligros de internet?

Saber cómo evitar los peligros de internet, pasa por conocer dichos peligros para poder tomar y aplicar medidas de precaución y seguridad que nos ayuden a prevenirlos.

Siempre diremos que el riesgo cero no existe e internet no es una excepción, pero, aun así, hay medidas que podemos poner en práctica para evitar caer en estas trampas cibernéticas, así como prevenir los peores riesgos que podemos enfrentar adultos y menores.

Algunas de esas medidas que podemos tomar son:

  • Instalar en nuestros dispositivos y equipos soluciones de seguridad (firewall, antivirus, antispyware, etc.), que prevendrán la ejecución de malware identificados e incluso detectarán este tipo programas nocivos en nuestro ordenador.
  • Actualización de dispositivos y programas, para evitar la explotación de vulnerabilidades conocidas.
  • Usar siempre contraseñas seguras y robustas y diferentes para cada una de nuestras cuentas de usuario, limitando así que si una contraseña queda expuesta, pueda servir para acceder a otras de nuestras cuentas.
  • Limitar nuestro tiempo en internet y redes sociales; existen apps que pueden ayudarnos en esta labor, si nos cuesta trabajo al principio, apps que también podemos utilizar para limitar el tiempo de navegación de los menores de la casa.
  • Acompañar a nuestros menores cuando estos se conectan a internet, especialmente cuando hablamos de niños, y controlar en la medida de lo posible dónde y con quién se conectan. Conocer las redes sociales o apps de moda es fundamental para poder saber qué riesgos entrañan para ellos y poder ayudarles a conocerlos y limitarlos.
  • Instalar y usar herramientas de control parental en equipos a los que tengan acceso los menores de la casa.
  • En las empresas, recurrir a la formación y concienciación en materia de seguridad de la información y de la ciberseguridad.
  • Finalmente, aplicar el sentido común y la precaución, siempre sospechar de correos o mensajes en los que hemos ganado un premio, o tenemos una supuesta factura pendiente de pago o un paquete pendiente de entrega, especialmente si no estamos esperando nada o la factura es de algo que nosotros no hemos comprado. No pinchar en enlaces o descargar archivos de correos sospechosos y no introducir nuestros datos en cualquier sitio al que nos conduzca uno de esos enlaces.

Estos son solo algunos de los principales peligros de internet que podemos encontrar y algunas medidas de seguridad para evitarlos, pero las ciberamenazas evolucionan y adoptan nuevas formas, por lo que como consejo final, mantenerse informados sobre las mismas a través de medios confiables es también fundamental.