Conoce Atico34 - Solicita presupuesto
Videovigilancia

¿Qué son las cámaras biométricas y cómo funcionan?

La identificación y autenticación biométrica se han convertido, en gran medida, en parte de nuestra vida cotidiana (¿quién no usa ya la huella dactilar para desbloquear el móvil?); entre los diferentes dispositivos que se emplean para la biometría, tenemos las cámaras biométricas. En este artículo explicaremos qué son y cómo funcionan las cámaras biométricas, qué aplicaciones tienen y qué consideraciones respecto a protección de datos debemos tener en cuenta a la hora de utilizarlas.

¿Qué es una cámara biométrica?

Una cámara biométrica es un tipo de cámara que emplea tecnología y software biométrico para identificar y autenticar la identidad de una persona. Aunque puede tomar y analizar imágenes de todo el cuerpo, se emplean habitualmente en el reconocimiento facial, es decir, en identificar y autenticar personas a partir de su rostro. Si bien, cómo veremos más adelante, la seguridad no es el único uso al que se pueden destinar las cámaras biométricas.

Lo cierto es que con el desarrollo de las tecnologías que permiten la identificación y autenticación biométrica, el uso de las cámaras biométricas se ha vuelto cada vez más popular, especialmente en el ámbito de la seguridad ciudadana, pero también a nivel de usuarios particulares, por ejemplo, la mayoría de las cámaras que incorporan los smartphones pueden usarse como cámaras biométricas, puesto que los dispositivos que cuentan con esta tecnología, pueden usar el reconocimiento facial como medida de seguridad para desbloquear el terminal.

¿Cómo funcionan las cámaras biométricas?

Las cámaras biométricas funcionan combinando hardware, la propia cámara y un terminal o servidores a los que se envíe la información, y software, que emplea algoritmos matemáticos para, primero, generar la plantilla biométrica que será almacenada en una base de datos, y, segundo, para analizarla y comparar la imagen biométrica cuando sea necesario autenticar a la persona.

Para ello, las cámaras biométricas se basan en el uso de datos biométricos, como son las características del rostro, la huella dactilar, el iris o la geometría de la mano, aunque en el caso que nos ocupa, nos referimos especialmente a las cámaras de reconocimiento facial, que es dónde mayormente se emplean cámaras biométricas en la actualidad, si bien, cómo hemos señalado más arriba, las cámaras biométricas también pueden analizar el movimiento de las personas, la expresión del rostro (para tratar de determinar estados de ánimo), el comportamiento, etc.

De manera que para poder utilizar las técnicas de identificación biométrica, lo primero que se hace es generar una plantilla del rostro de la persona, empleando para ello un algoritmo que transforma la imagen en datos que son almacenados en un dispositivo o en un servidor. Una vez hecha la plantilla, cuando la persona pase por la cámara biométrica, esta captará una imagen que, nuevamente a través de un algoritmo, analizará y comparará con las plantillas almacenadas en la base de datos y si coincide con una, la persona quedará autenticada por el sistema.

En definitiva, las cámaras biométricas, junto a un software biométrico, analizan nuestra fisiología para elaborar una plantilla, que después utilizarán para verificar nuestra identidad.

¿Para qué sirven las cámaras biométricas?

Cómo decíamos más arriba, las cámaras biométricas pueden tener diferentes usos, siendo el más habitual el de la seguridad. Así, las cámaras de seguridad biométricas ya son utilizadas por diferentes cuerpos de seguridad e incluso por empresas privadas o entidades públicas (por ejemplo, Renfe ha puesto en funcionamiento en enero de 2023 un sistema de videovigilancia inteligente que emplea cámaras biométricas en tornos y andenes para controlar aforo y mejorar la seguridad de las estaciones).

Es habitual el uso de cámaras biométricas en los aeropuertos y los controles de aduanas. También en las ciudades, donde se pueden emplear técnicas de identificación biométrica para identificar sospechosos y seguir sus pasos.

Las cámaras biométricas también se emplean como control de acceso a edificios o zonas restringidas de edificios o localizaciones, ya que ofrecen un grado mayor de seguridad que las tarjetas identificativas. Incluso podrían utilizarse para el control de presencia en los centros de trabajo.

Pero la seguridad física no es el único uso que se pueda dar a estas técnicas, puesto que también podemos encontrar tecnologías biométricas aplicadas a la ciberseguridad, empleándose para controlar y limitar el acceso a determinados recursos informáticos, de la misma forma que se emplea la autenticación biométrica para restringir el acceso a una zona. Un ejemplo de este uso lo tenemos en el bloqueo de móviles a través de la huella dactilar o el reconocimiento facial, o en el uso de la identificación y autenticación biométrica para autorizar pagos.

tarifas proteccion datos

Protección de datos y cámaras biométricas

Si bien parece que el uso de las cámaras biométricas está cada vez más extendido, lo cierto es que no debemos perder de vista un aspecto importante de las mismas, y es cómo les afecta la Ley de Protección de Datos y el RGPD, porque los datos biométricos son considerados por estas normativas datos personales y, en el caso de que se usen para identificar de manera unívoca a una persona, datos de categorías especiales (art. 9 del RGPD).

Por lo tanto, el uso de cámaras biométricas debe estar siempre supeditado a la normativa de protección de datos, lo que implica cumplir con las obligaciones establecidas por esta para el tratamiento de datos de categorías especiales. De manera resumida, porque en este blog ya hemos hablado en otros artículos sobre datos biométricos y RGPD, a la hora de usar cualquier sistema de identificación biométrico, debemos:

  • Informar a los interesados de su uso y de la finalidad del mismo, así como recabar el consentimiento expreso de los interesados para el empleo de sistemas biométricos de identificación y autenticación (no será necesario recabar el consentimiento si concurre alguna de las circunstancias recogidas en el art. 9.2 del RGPD).
  • Valorar la idoneidad y proporcionalidad de la medida, es decir, evaluar si el uso de cámaras biométricas está justificado y es proporcionado al fin que se persigue frente a los derechos y libertades de los interesados. Por ejemplo, emplear cámaras biométricas para realizar el control de presencia en un centro de trabajo (como citábamos más arriba), puede considerarse una medida desproporcionada, ya que podrían emplearse medios menos invasivos para ello.
  • Realizar un análisis de riesgos y, dado que se trata de datos de categorías especiales, una evaluación de impacto antes de implementar el uso de las cámaras biométricas.
  • Adoptar las medidas de seguridad técnicas y organizativas que sean necesarias y adecuadas para garantizar la seguridad de los datos biométricos tratados.
  • Elaborar el correspondiente registro de actividades de tratamiento.
  • Designar un Delegado de Protección de Datos si el tratamiento de datos biométricos será habitual y sistemático o a gran escala.

En definitiva, es fundamental evaluar siempre desde el diseño cualquier sistema biométrico que se vaya a emplear en la empresa, lo que incluye también el uso de cámaras biométricas para el control de accesos o de seguridad.

Si estás valorando emplear cámaras biométricas en tu empresa, en Grupo Atico34 podemos ayudarte a evaluar la idoneidad de las mismas y cumplir con la normativa de protección de datos respecto a su uso y los tratamientos de datos que se realizarán con ellas. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para recibir más información.

¿Necesitas un presupuesto? Escríbenos o llámanos al 914 896 419

He leído y acepto la política de privacidad.